Hoy, ColeMone tiene el honor de presentaros de nuevo a Sergio Firsov. En ColeMone ya hemos publicado unos cuantos artículos suyos, como el del billete de 1 Rublo de 1898 con la Firma Bruto, el del Águila Bicéfala, o el de las primeras monedas de la Unión Soviética y hoy nos cuenta un par de cositas muy curiosas sobre una intersección poco conocida entre las numismáticas alemana y rusa: las monedas alemanas de los zares.
Sin más, os dejo con Sergio:
Algunos casos históricos curiosos permanecen olvidados. Por ejemplo, en el ámbito de la numismática rusa existe un conjunto de monedas de algunos zares acuñadas en los principados alemanes que están relacionadas tanto con la historia de Rusia como con sus gobernantes.
El Zar Pedro III
Pedro III fue el zar de Rusia desde el 5 de enero hasta el 9 de julio de 1762. Fue nieto de Pedro el Grande, hijo de Carlos Federico de Holstein-Gottorp y Ana Petrovna Románova, y el primer representante de la rama Oldenburgo en la Dinastía Románov. A partir de 1739 ostentó el título de Duque de Holstein-Gottorp.
Pedro nació el 21 de febrero de 1728 en Kiel, en el Ducado de Holstein-Gottorp. Su madre, la gran duquesa Ana Petrovna, falleció cuando Pedro tenía tres meses de edad, dejándolo completamente huérfano, ya que su padre murió cuando él tenía once años. Durante el resto de su infancia y sus primeros años de juventud, vivió bajo la custodia de su tío, Adolfo Federico Holstein, obispo de Lübeck.
Cuando su tía materna se convirtió en zarina como Isabel I de Rusia tras un golpe de Estado en 1741, lo hizo trasladarse a la corte de San Petersburgo con la intención de instruirlo y convertirlo en sucesor al trono.
Por decisión de su tía, contrajo matrimonio en 1745 con la princesa Sofía de Anhalt-Zerbst, quien se convirtió a la fe ortodoxa con el nombre de «Ekaterina Alekséievna», y años después sería conocida como Catalina II de Rusia.
Pedro III reinó solamente durante 186 días, sin que llegara a celebrarse la ceremonia de su coronación. Tras el fallecimiento de Isabel I de Rusia, el nuevo zar, Pedro III, inició una política de acercamiento al Reino de Prusia. Deteniendo las hostilidades militares, logró la paz con el rey de Prusia Federico II el Grande durante la Guerra de los Siete Años.
Su reinado
El reinado de Pedro III en Rusia fue sumamente impopular y de corta duración. Fue derrocado y asesinado en un golpe de palacio dado en 1762 por orden de su esposa, Sofía Federica Augusta de Anhalt-Zebst, quien terminaría por convertirse en la emperatriz de toda Rusia bajo el nombre de Catalina II.
Por todo esto, desde el reinado del emperador Pedro III, fuentes autorizadas en genealogía europea se refieren a la dinastía de los gobernantes rusos como los «Holstein-Gottorp-Romanov».
Esto también se refleja en la acuñación de monedas por parte de los emperadores Pedro III y su hijo Pablo I para sus posesiones hereditarias alemanas. Por orden de Pedro III, se acuñó el «Tálero de Alberto» para la tierra alemana de Schleswig-Holstein-Gottorp, el hogar ancestral de Pedro. Esta moneda es uno de los elementos más fascinantes de la numismática rusa.
En 1753, el reconocido grabador Anton Scheffer, de la ciudad de Mannheim, grabó los cuños para el «Tálero de Alberto» del heredero de la corona rusa. Las iniciales del grabador se colocaron debajo del busto de Pedro en el anverso de la moneda, y debajo de la cola del águila se encuentra la letra «R», inicial del comerciante holandés Johann Ludwig Ploss, quien supervisaba la acuñación de estas monedas. El diseño de la moneda se inclina hacia el estilo barroco, y los cuños se realizaron con gran cuidado. Anton Scheffer supo cómo presentar favorablemente a la personalidad poco atractiva que le sirvió de modelo. Su retrato de Pedro III resultó ser uno de los más exitosos en toda la futura acuñación de monedas de este emperador.
El Tálero de Alberto (Albertusthaler), también conocido como albertiner, kreytsthaler, tálero brabanzón o tálero borgoñón, es un tipo de moneda que se utilizó a partir de 1598, y que recibió su nombre del tesorero general de los Países Bajos del Sur, el archiduque Alberto. En su reverso se encontraba una gran cruz de San Andrés con una gema dorada y la inscripción «Pace et justitia». Eran muy comunes, ya que los bancos de los Países Bajos aceptaban pagos con monedas acuñadas en su mayoría con plata americana, las cuales se utilizaban para pagar los préstamos españoles y los intereses sobre ellos. Posteriormente, estas monedas llegaron con frecuencia a Rusia, Polonia y Turquía a cambio de productos recibidos de allí, por lo que se convirtieron en moneda de uso casi exclusivo en el comercio con esos países.
Por esta razón, otros estados europeos que necesitaban pagar allí comenzaron a acuñar este tipo de tálero. Primero lo hizo Brunswick en 1747, luego María Teresa en 1752 (con la cruz de San Andrés), el duque de Holstein en 1753, el rey prusiano Federico II en 1767 y Federico Guillermo II en 1797. Los duques de Curlandia también acuñaron estas piezas como moneda común de su país desde 1752 hasta 1780. Hasta 1815, el Tálero de Alberto fue la unidad de cuenta más utilizada en las provincias bálticas conquistadas por el Imperio Ruso, que incluían cuatro gubernias: Riga, Reval, Curlandia, Livonia y Estonia, que tenían un estatus especial.
El erudito ruso y numismático Shubert informa que la emperatriz Isabel prohibió la circulación de estas monedas en Rusia. Sin embargo, algunas de las monedas llegaron a San Petersburgo a través de operaciones comerciales. La mayoría de estas monedas fueron posteriormente reacuñadas en la Casa de la Moneda de San Petersburgo en rublos rusos. Shubert escribe: «Una cosa sabemos con certeza, durante el reinado de Alejandro I, estas monedas dejaron de circular».
Posteriormente, su hijo Pablo I (1798-1801) intercambió Holstein por Oldemburgo en 1773, y luego transmitió esta posesión a su abuelo materno, Federico Augusto.
El Zar Pablo I
Pablo I, hijo de Sofía Augusta Federica de Anhalt-Zerbst, la emperatriz Catalina II, y de Carlos Pedro Ulrico, el emperador Pedro III, fue emperador y autócrata de toda Rusia de 1796 a 1801.
La acuñación de táleros y medios táleros en 1798 en el pequeño principado alemán de Jever está asociada con nombre de este emperador. Los derechos sobre el principado de Jever los obtuvo Pablo I después de la muerte de su madre, quien heredó Jever tras la muerte de su hermano Federico Augusto.
En 1667, el principado de Jever pasó a estar bajo control de la dinastía de Anhalt-Zerbst. Tras la muerte del príncipe Federico Augusto en 1793, la línea masculina de la dinastía se extinguió, y el principado de Anhalt-Zerbst fue dividido y dejó de existir. El principado de Jever fue transferido a Catalina II, anteriormente princesa Sofía de Anhalt-Zerbst. Permaneció bajo control ruso hasta que fue ocupado por las tropas de Napoleón en 1807.
De 1808 a 1810, formó parte del Reino de Holanda, un estado vasallo de Napoleón. Cuando los franceses se vieron obligados a retirarse en 1813, Rusia recuperó las posesiones del principado de Jever y las entregó a los nuevos soberanos, los grandes duques de Oldemburgo, en 1818.
En 1798, Pablo I ordenó la acuñación de los táleros y medios táleros de Jever. En ellos se representa el águila rusa con el escudo de armas de Jever en el pecho.
Desde ColeMone, solo me queda darle, una vez más, muchas gracias a Sergio por compartir con nosotros sus estupendos artículos. ¡Gracias, Sergio!
Por cierto, si queréis leer algun artículo más de Sergio, tenéis otros tres aquí, en ColeMone:
- El billete de 1 Rublo de 1898 con la Firma Bruto
- El Águila Bicéfala en la numismática
- Las primeras monedas de la Unión Soviética
Estimados Francisco y Sergio
Que dato este el de los zares rusos, se podria decir que durante los ultimos 150 años de imperio ningun ruso autentico estuvo en el trono?
Extraña mania de la casa real rusa de buscar casar a sus hijos con cualquier cosa menos un ruso, aclaro que no soy experto en el tema, pero nunca pude entender que ganancia u objetivos perseguian emparentandose compulsivamente con daneses y minusculos estados alemanes por dar algun ejemplo, para no entrar en el caso mas tragico de todos, la mas que conocida historia de Nicolas II.
Saludos
Desde Bs As
Gustavo
Hola Gustavo!
Pues eso parece, todos alemanes. En general, es algo bastante común en casi todas las casas reales europeas, que buscaban alianzas políticas a través de matrimonios entre los miembros de las diferentes familias. La casa real española es de origen francés, y la de Inglaterra, también es de orígen alemán. Al final, todo queda en casa…
Un saludo!