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Los coleccionistas de 2 euros conmemorativos tienen una relación de amor/odio con Mónaco: es habitual leer acusaciones al Principado de especulación o malas artes en la emisión de sus monedas de 2 euros y de quejarse de que algunas valen más de 3.000 euros, pero a la vez, son las monedas más caras y más buscadas de todas. Veamos por qué.
Para ello, primero hablaré de como gana dinero un país con la emisión de moneda, luego veremos como a Mónaco le importa un pito lo que hacen el resto de países, y de como Mónaco tiene una estrategia comercial nacional de la que los 2 euros conmemorativos son sólo una pequeñísima pieza.
Cómo se gana dinero con la emisión de monedas
Desde que se da la orden de acuñar moneda hasta que llega a tu bolsillo, hay dos momentos concretos en los que se crea valor, o en otras palabras, en los que alguien gana dinero.
Además, puede que haya un tercero, que suele suceder cuando, en vez de a tu bolsillo, la pieza va a tu colección de monedas.
1- La ganancia por señoreaje
Imaginemos que soy el propietario de una fábrica de monedas, también llamada «ceca». Y gano un contrato para acuñar monedas de 2 euros, que venderé al Banco Central de Bélgica por esa cantidad, 2 euros. Pero producirlas me cuesta 0,20 euros por unidad.
El señoreaje es la diferencia entre lo que cuesta producir una moneda y el precio al que se vende a quien encargó su acuñación.
En este caso, el señoreaje sería de 1,80 euros, que sale de restarle el coste de producción (0,20€) al precio al que se lo vendo al Banco Central de Bélgica (2€).
Así es como ganan dinero las cecas.
2- La ganancia por emisión
Sigamos imaginando.
El Banco Central de Bélgica ha recibido las monedas de 2 euros que mi ceca ha acuñado. Ahora tiene dos opciones.
- Opción 1: Venderla a valor facial. Esto es lo que se hace con la mayoría de monedas destinadas a circulación. El Banco Central sólo gana dinero si ha pagado a la fábrica menos del valor facial de la moneda.
En mi ejemplo, el Banco Central de Bélgica no gana dinero, pues ha pagado 2 euros por mis monedas con valor facial de 2 euros.
- Opción 2: Venderla a un precio mayor que el valor facial. Esto es lo que generalmente se hace con monedas de colección y/o de metales nobles. El Banco Central gana dinero siempre.
En mi ejemplo, las monedas de 2 euros se ponen en una coincard que se vende al público a 10 euros. El Banco Central de Bélgica gana -pongamos- 7,50 euros por moneda: 10€ de la venta al público, menos 0,50€ del proceso de embalaje en coincard, menos 2€ que me ha pagado a mí por acuñarla.
Esta es una de las formas que en las que un Banco Central gana dinero.
3- Opcional: ganancia por venta en mercado secundario
Desde el punto de vista de un coleccionista, comprar una moneda directamente al Banco Central de Bélgica -siguiendo con el ejemplo- desde España no suele ser práctico, los gastos de envío suelen ser tres o cuatro veces mayores que el precio de venta al público de la moneda.
Ahí es donde entra en juego el mercado secundario, que en el caso de moneda actual es un comerciante de monedas actuales.
Ese comerciante aprovecha las economías de escala para ofrecer al coleccionista un precio menor por la moneda que lo que costaría en ceca con gastos de envío incluídos.
¿Y cómo consigue el comerciante de moneda actual esas economías de escala? Pues haciendo un pedido, o bien directamente a la ceca, o a través de un mayorista de moneda actual, de decenas, cientos, o incluso miles de monedas.
La ganancia del comerciante sale del precio al que te ha vendido a ti la moneda, a lo que hay que restarle el precio de adquisición desde ceca y/o mayorista, los impuestos, y el resto de gastos fijos del negocio.
(Antes de que me lo preguntes: no, no existen mayoristas de monedas antiguas. Sólo de actuales. El comercio con moneda antigua funciona de manera muy diferente.)
La tensión entre el Banco Central y el comerciante
Si has leído con atención, igual se te ha venido a la cabeza una observación: los intereses del Banco Central y los del comerciante son opuestos.
Partimos de una premisa: con cualquier emisión de moneda, tanto el Banco Central como el comerciante quieren ganar todo el dinero que sea posible.
El comerciante quiere: a) venderlo al mayor precio posible, y b) que el precio en el Banco Central sea lo más barato posible, para ampliar el margen entre su precio de compra y el precio al que lo vende al coleccionista.
Pero lo que quiere el Banco Central es: a) venderlo al mayor precio posible, y b) que la diferencia entre su precio de venta y el precio del comerciante sea la menor posible.
¿Por qué?
Porque ese margen entre el precio del Banco Central y el del comerciante se crea a través de oferta y demanda.
Si el margen es grande, significa que hay más demanda que oferta. Eso quiere decir que el Banco Central no ha ordenado acuñar suficientes monedas, y que podía haber ganado más con la emisión si hubiera cubierto la demanda completamente.
Si el margen es pequeño, significa que la oferta cubre, o supera, a la demanda. El Banco Central ha acuñado suficientes, ordeñando la emisión todo lo que ha sido posible.
Esto es cierto para la amplia mayoría de los países.
Por qué a Mónaco se la suda todo esto: el concepto de Marca País
Pero para quien no es cierto, es para Mónaco. Y por una razón: Mónaco no tiene banco central, sino que las emisiones dependen directamente del gobierno.
Las monedas de 2 euros de Mónaco han costado estos último años, en el Museo de Sellos y Monedas de Montecarlo, que es donde las venden, 120€ + 35 de gastos de envío.
Pero, en el mercado secundario, cuestan entre 400 y 3.500 euros.
Y, a Mónaco, que haya esa diferencia, se la suda. Y por una simple razón: la motivación primaria de sus emisiones de monedas no es ganar dinero: hay otras consideraciones en juego.
¿Y cuál es la motivación real de Mónaco, si no es ganar dinero?
Para entrar en ella, primero tenemos que entrar en branding, y en concreto, en el concepto de «Marca País».
La Marca País, según la wikipedia, es un «concepto utilizado en marketing y la comunicación para referirse al valor intangible de la reputación e imagen de marca de un país, a través de múltiples aspectos, tales como sus productos, ya sea: el turismo, la cultura, los deportes, las empresas y/o los organismos públicos. Estos determinan los valores que se asocian a ese país.»
O dicho de otra manera, la marca país intenta mantener si es buena, o mejorar si es mala, la percepción que la población de un país extranjero tiene de tu país.
Veamos el caso de la marca país de España.
En España, el concepto de marca país se ha convertido en un meme: cada vez que el gobierno de turno comete una pifia, siempre hay alguien que dice «Marca España», y todos nos reímos.
Pero la implicación del meme es que la percepción pública entre los españoles del Gobierno de España como institución, independiente del signo político que esté en el poder en ese momento, es terrible.
Pero, yo, que vivo en Estonia, te puedo decir que el gobierno español proyecta conscientemente su marca país en el extranjero.
Por ejemplo, aquí los tranvías llevan la bandera de España porque España puso dinero para que fueran comprados, y todos los años la Embajada celebra la «Semana de España», que se ha convertido en un acontecimiento tal que los museos celebran exposiciones sobre España, y los cines y hasta la cadena pública de televisión, durante esa semana, ponen una película española todos los días.
La Marca Mónaco
Volvamos a Mónaco.
Pero, por un momento, deja de pensar en monedas.
¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando piensas en Mónaco?
Probablemente, sea una de tres cosas: el Gran Premio de Mónaco de Formula 1, el Casino de Montecarlo, o el Baile de la Rosa. Y si no es una de esas, será algo por el estilo.
¿Y qué tienen en común esas tres cosas? Pues sus valores: riqueza, lujo y exclusividad.
Lo primero que se hace en el proceso de diseño de una marca -y da igual que sea marca de producto o marca país- es definir los valores que esa marca quiere transmitir.
Y esos tres, riqueza, lujo y exclusividad, son los valores que Mónaco quiere transmitir a través de su marca país.
Lo segundo que tienes que decidir cuando diseñas tu marca es qué tipo de marca quieres ser.
Piensa, en, por ejemplo, Ferrari. Los Ferraris son coches caros que resultan el sueño húmedo de muchos adolescentes y de no tan adolescentes. Poca gente se los puede permitir, pero muchos dicen que… «Ay, si algún día me tocara la lotería.»
Ferrari es una marca a la que solo puedes llegar si tienes un estatus: si tienes un Ferrari, muy probablemente es porque eres rico. Es una marca aspiracional.
Y la Marca Mónaco es también una marca aspiracional: por ejemplo, ir al Baile de la Rosa, o la mejor habitación del Casino de Montecarlo, significa tener un estatus social y económico elevado.
La proyección de la Marca Mónaco en los 2 euros conmemorativos
Volvamos a pensar en las monedas de Mónaco.
Y más concretamente, en los 2 euros conmemorativos de Mónaco de 2007, la Grace Kelly, o en los de 2015, La Fortaleza. Ambas valen en el mercado secundario, en el momento de escribir estas líneas, unos 3.250 euros.
De hecho, todos los 2 euros conmemorativos de Monaco valen varias veces más que cualquier otra moneda de 2 euros del resto de países (con la excepción de los de 2013, dedicados a su admisión en la ONU). De hecho, se consideran las joyas de la corona de cualquier colección de 2 euros conmemorativos.
Como vimos antes, ese margen entre el precio de venta en ceca en el mercado secundario se produce cuando la oferta es menor que la demanda. Y una margen tan alto con el las monedas de Mónaco se consigue reduciendo mucho la oferta frente a la demanda.
De hecho, en los últimos años, Mónaco ha emitido unas tiradas de 15.000 monedas para los 80.000 o 90.000 coleccionistas de 2 euros que debe haber en Europa. Es decir, que cubre entre un 16,5% y 18,5% de la demanda.
Y si ves las monedas, salvo la Grace Kelly por ser la primera, siempre están emitidas en calidad proof, la máxima posible cuando se cumplen las leyes de emisión de la Eurozona, con una acuñación muy cuidada y en un embalaje de alta calidad.
Con todo esto en la mano, los valores de la Marca Mónaco se cumplen perfectamente:
- Lujo: moneda bien presentada y en la máxima calidad posible.
- Riqueza: las monedas más caras de todas, con diferencia.
- Exclusividad: solo alrededor de 18.5% de coleccionistas podrá tener una en su colección.
- Aspiracional: son las joyas de la corona, las monedas que casi todo coleccionista de 2 euros quiere en su colección.
Y al final, con esas características, ¿cuál es el perfil del comprador de estas monedas? Gente de clase alta/muy alta con posibles, que es precisamente, el tipo de gente con la que Mónaco quiere ser asociada.
Conclusión
A Mónaco le importa un pito no ganar todo el dinero que pueda con sus monedas. Más que nada, porque Mónaco no está jugando al juego de la especulación, como se le acusa muchas veces. Tampoco son tontos, así que las venden a 120 euros, pero, realmente, dejan que sean los demás quienes especulen.
Mónaco está jugando al juego del posicionamiento de su marca país, y sus 2 euros conmemorativos sólo son una pieza más dentro de ese juego.
Y les funciona: la moneda de Mónaco es, año tras año, la moneda de 2 euros más comentada, y su emisión es todo un acontecimiento.
Cuanto antes asumamos esto, mejor. Así no nos cabrearemos tanto al ver el precio de sus monedas cuando llegue el momento de su emisión anual.
Hola, muy bueno el artículo. Tengo alguna duda, por ejemplo, el cálculo del número de coleccionistas de Monedas conmemorativas de 2 Euros lo cifras en unos 90.000 en toda Europa, tiene alguna base? , y sobre Mónaco señalar que aparte de la relación oferta/demanda en los precios que alcanzan hay que precisar que muchas de esas monedas no terminan por caer en coleccionistas, sino que van pasando de especulador a especulador, yo pienso que sí estuviesen todas en manos de coleccionistas al ser tan limitada la emisión se verían bastantes menos en venta/subasta de las que se ven y su precio sería sensiblemente superior al que ya tienen, qué opinas?
Pues la cifra de 80.000 a 90.000 coleccionistas no es una cifra que salga de ningún estudio (hasta donde yo sé, no hay ninguno), es una estimación mía. Esta basada en que esa suele ser la tirada en la que la moneda no adquiere premium por demanda en mercado secundario, y el margen entre precio en ceca y precio en marcado secundario sólo cubre costes de negocio y un mínimo margen de beneficio del comerciante.
En cuanto al número que se ve en subastas y su escaseza… Sí es verdad que al principio de emisiones suele haber gente que acapara algunas con esperanzas de futuro. Sin embargo, con la Grace Kelly, por ejemplo, yo creo que ya están todas en manos de coleccionistas. Si lo piensas bien, aunque salgan 50 al año a subasta (son muchas menos las que salen realmente), 50 de 20001 es un 0,25% del total de tirada que sale a subasta cada año. Es suficiente para que nos dé la impresión de que salen muchas, pero, realmente, no son tantas.
Hola Francisco.
Solo estoy de acuerdo en parte. En mi opinión, la estrategia de Mónaco es, simplemente, dejar la demanda insatisfecha para que los intermediarios ganen dinero. De esta forma el mercado percibe que las monedas de Mónaco son una buena inversión y ellos podrán seguir vendiendo monedas a un precio más alto que el resto de países.
Esta misma estrategia es la que siguen algunas marcas de lujo, como Patek Philippe. Como expliqué en esta entrada, no tiene nada que ver con lo que hace la FNMT: https://blognumismatico.com/2020/11/24/la-politica-de-emisiones-de-la-fnmt/
En cuanto a la «marca España en Estonia», bien es cierto que se organiza el Iberofest todos los años. Pero lo de los tranvías no tiene nada que ver con la marca España. Simplemente España compra las cuotas de emisión de gases a Estonia, según el protocolo de Kyoto. Esos pagos se hacen mejorando la red de transporte público estonio. Así, quienes pagan impuestos en España subvencionan el transporte público gratuito en Tallín.
Saludos,
Adolfo
Buenas, Adolfo:
Eso es precisamente lo que digo al final del artículo: «Tampoco son tontos, así que las venden a 120 euros, pero, realmente, dejan que sean los demás quienes especulen.»
Pero eso es el «qué hace». El artículo no sólo va del «qué hace», va del «cómo lo hace» y el «por qué lo hace», es decir: por qué prefiere que sean esos intermediarios los que ganen dinero en vez de ganarlo ellos.
Y aunque es parecido, Mónaco no hace lo mismo que Philippe Patek, porque por definición, un país va a tener consideraciones que una empresa no tiene. Hay más consideraciones en juego que simplemente hacer que la gente crea que es un negocio magnífico, en mi opinión, en este caso, esa es una visión muy reduccionista. El principal objetivo de Philippe Patek es vender relojes, el principal objetivo de Mónaco no es vender monedas. Para ellos, la venta de monedas sólo son una herramienta para avanzar otros intereses que un país tiene, pero que una empresa no.
Sobre los tranvías: Sí, eso es lo que hace España. Hacerlo no es marca España. Pero publicitarlo sí lo es, ya que cada vez que publicitas que haces algo, estás creando imagen de marca. Y poner la bandera de España en el tranvía para que los estonios sepan que los impuestos españoles estan pagando su transporte público sí es una manera de publicitarlo y de mejorar la percepción de España que tienen los estonios, que es precisamente el objetivo de una marca país. De hecho la cosa va más alla: cualquier cosa que hagas en público afecta tu imagen de marca en mayor o menor medida.
Un saludo!
Hola, como siempre, interesantes tus artículos, enhorabuena!
Solo un par de cosas…creo que la cifra de 80 a 90mil coleccionistas europeos esta bastante lejos de la realidad…yo por la experiencia que tengo, de hablar con mayoristas grandes europeos, creo que habrá entre 200mil y 300mil…de hecho si te fijas en tiradas mayores de 300mil de cualquier moneda, para conseguirlas SC suele ser baratas y hay de sobra…sin embargo, en monedas de tiradas de 300mil o menos, los rollos SC suben bastante, el ejemplo mas fácil es la moneda de España 2018 Santiago, con 300mil monedas, es carísima…sin embargo, la moneda de España 2018 cumple del rey con 400mil es bastante mas barata, a un precio asequible…es verdad que de esos 200-300mil hay muchos que son solo de monedas circuladas, otros no hacen la colección de las «marías», y que otros muchos con la especulación que hay han dejado de comprar las coincards de Belgica, Francia y ahora Malta…pero creo que la cifra que das de 80-90mil es bastante baja…pero bueno, es mi humilde opinión y puedo estar equivocado por supuesto…
En cuanto a lo que dices de la Grace Kelly, no estoy de acuerdo en que están todas en manos de los coleccionistas…el tema de Monaco es complejo, y ademas de que es un gran negocio para Monaco (ganan aproximadamente 1,5 millones de euros en una mañana, que no esta mal) el tema esta en que hay dos mayoristas monaguescos que manejan todo el tema, y se suelen quedar con el stock de las monedas que no se venden en la web, 6-7mil o así…y ellos SI que tienen la Kelly, que se quedaron con muchas desde el 2007 y siguen teniendo en stock, solo que las sacan poco a poco para no saturar el mercado y que la moneda siga subiendo…capitalismo le llaman creo jejeje
Pues nada, un saludo y a seguir disfrutando del hobby
Hola Edu,
Gracias por un comentario tan interesante!
Como te digo, no hay ningún estudio sobre coleccionistas. Puede ser perfectamente que haya unas 300.000 personas que coleccionen 2 euros de alguna manera, tampoco me extrañaría en absoluto. Lo de las monedas de España 2018 es un buen argumento, sin duda. Cuando dije 80-90 mil, me refería a gente que hace colecciones completistas, pero quizá debí haberlo puntualizado en el artículo.
Sobre las Grace Kelly, sí sabía lo de los dos mayoristas (de ahí que diga en el artículo que Mónaco prefiere que especulen otros, y no entré en eso porque ya se me iba de madre el tema), pero lo que no sabía es que todavía les quedaban Kellys, 15 años después. Capitalismo en estado puro, sin duda.
Un saludo!