Una de las lacras que afectan a la numismática son las falsificaciones. Pero no todas las falsificaciones fueron creadas iguales, así que hablemos de ellas: veamos qué tipos de monedas falsas hay, como identificar una moneda falsa distinguiéndola de una real, y cómo evitar que te las cuelen.
Por cierto, tengo decir que este tema fue sugerido por un miembro del grupo del canal de Telegram de ColeMone, al que puedes unirte libremente si te apetece.
Tipos de Monedas Falsas
Antes de entrar en materia, es importante hacer una distinción previa. Tradicionalmente, se considera que hay dos tipos de falsificaciones: las falsificaciones de época, y las falsificaciones numismáticas.
Imagínate que te estoy hablando desde el pasado, y que soy un herrero gallego del año 1832. Con mis conocimientos, me pongo en mi herrería a fabricar monedas de 40 reales de Isabel II. Las hago en platino, porque en esta época es un material mucho más barato que la plata. Y, mañana, se las doy al panadero para pagar el pan, haciendo que la moneda entre en circulación. Lo que estoy haciendo son monedas falsas de época, ya que estoy creando monedas, sin el permiso del Estado, para pagar cosas.
Una moneda falsa de época es una falsificación hecha en el periodo en el que la moneda original todavía estaba en circulación, con el objetivo de hacerla pasar por la moneda original a la hora de adquirir bienes y servicios.
Sin embargo, imagina que hoy mismo, en 2021, me pongo en mi casa a fabricar monedas de Isabel II. Evidentemente, el panadero no me las va a aceptar, así que mi objetivo tendrá que ser otro: engañar a un coleccionista numismático para que las compre como si fueran monedas originales, y pague por ellas lo que valdría una moneda auténtica de los Reyes Católicos. Estas serían falsificaciones numismáticas.
Una falsificación numismática es una falsificación hecha mucho tiempo después del periodo de circulación de la moneda, con el objetivo de introducirla y hacerla pasar por verdadera en el mercado del coleccionismo numismático.
¿Pero cómo distinguimos una de la otra?
Cómo identificar monedas falsas
Hay muchas razones por la que en numismática es recomendable conseguir primero el catálogo y luego la moneda, pero una de las más importantes es, precisamente, la detección de monedas falsas.
Así que, como te puedes imaginar, hay muchísimos tipos diferentes de monedas falsas. De hecho, se han dedicado catálogos y catálogos y catálogos a ellas, intentando identificar cuáles son las falsas, y, entre ellas, cuáles son de época y cuales no.
Con eso en la mano, esto que vas a leer no pretende ser una guía exhaustiva para la identificación de monedas falsas, sólo unas pautas iniciales que habrá que complementar con otras especializadas según el tipo de moneda que sea, y que estarán relacionadas con su proceso de fabricación, con su contexto económico y con las leyes que rijan su emisión, entre otras muchas cosas.
Distinguir una moneda falsa de época de una moneda real
Las monedas falsas de época normalmente se hacían con el objetivo de ganar dinero a través de su puesta en circulación. Y dado que el ser humano ha sido avaro ya desde los albores de la humanidad, existen monedas falsas de época en casi todos los países y en casi todas las épocas históricas. De hecho, mucha gente las colecciona.
Generalmente, distinguir una moneda falsa de época de una moneda real es bastante fácil, ya que los falsificadores raramente tienen acceso a los materiales y equipos necesarios para hacer una copia fidedigna de la moneda original.
Para saber si una moneda es falsa, primero tenemos que saber cómo es la moneda real. Especialmente, su diseño, su diámetro, su peso y el metal del que está hecha.
Primero, mira bien mirado el diseño de la moneda real y de la tuya. En moneda moderna, si hay diferencias claras en el grabado, como que sea más tosco, muy poco nítido, que las letras o los dibujos no estén colocadas de la misma manera, o sean más grandes o pequeñas, entonces es posible que sea una falsificación. Y por supuesto, mira que la alineación de cuños también coincida.
En moneda de la Antigüedad pasa lo contrario: si hay dos monedas que son exactamente iguales en el diseño, cuidado. Puede ser que sean monedas hechas con el mismo cuño, pero también hay una posibilidad de que sean clones, o falsificaciones por micro-fusión.
Lo segundo que tienes que hacer es mirar los datos técnicos de la moneda real, y compararlos con los de la moneda que quieras comprobar. Para ello, también tienes que medir su peso con una báscula de precisión, y su diámetro con un pie de rey. Si hay una diferencia sustancial entre la moneda real y la tuya, es muy probable que la tuya sea una falsificación, generalmente porque el metal usado es diferente que en la moneda real.
Y con diferencia sustancial me refiero a grande, porque las monedas suelen tener una pequeña varianza de peso y de diámetro que entra dentro de las especificaciones técnicas. Por ejemplo, si el peso teórico de una moneda es 9 gramos, pero pesa 8,98 ó 9,01, yo no me preocuparía. Pero si pesa sólo 8, me entrarían bastantes dudas.
A continuación, fíjate en el año de emisión de la moneda. Dado que, históricamente, el acceso a la información sobre las emisiones de moneda era dífícil para la población general, es bastante habitual que las falsas de época lleven años en los que realmente no se emitió la moneda real. Además, algunos joyeros también ponían años inexistentes para distinguir, precisamente, que sus imitaciones eran eso, imitaciones.
Por último, tienes que mirar es el canto. Comprueba que el canto de tu moneda es el mismo que el canto teórico en cuanto a diseño: los puede haber lisos, con dibujos, con letras, con estrías o, sin nada. Asegúrate de que coincidan.
Distinguir una falsificación numismática de una moneda real
Para distinguir una falsificación numismática de una moneda real, lo primero que tienes que hacer es usar el sentido común. Dado que el objetivo de los falsarios es ganar dinero en el mercado numismático, las falsificaciones numismáticas suelen ser monedas de un valor medio o alto. Si una moneda tiene un valor de mercado muy bajo, por regla general, no se van a hacer falsificaciones numismáticas de ella.
Aún así, si sospechas de la autenticidad de tu pieza, además de aplicar las comprobaciones básicas para las monedas falsas de época, también tienes que mirar si en la moneda quedan restos del proceso de falsificación. Puede haber muchísimos, pero hay tres que son los más habituales:
a) Mira que en el canto que no haya líneas horizontales extrañas que bordean toda la moneda, suelen ser indicación de que una pieza ha sido falsificada por fundición.
b) Mira que el cospel no tenga burbujas. Suele ser indicador de una falsificación por fundido de microfusión.
c) Mira que la pátina no sea artificial, y, en monedas antiguas, que no haya concreciones de tierra que cubran lugares estratégicos de la moneda. Algunos falsarios usan esas técnicas para, precisamente, tapar los restos del proceso de falsificación.
Si lo que coleccionas son monedas con errores, tienes que fijarte en una cosa más: asegúrate de que la zona del error no tenga un color extraño, o rayazos que no corresponden. Por ejemplo, si lo que quieres es saber si tus 25 pesetas de 1995 de Castilla y León con el «Error sin Y» son genuinas, asegúrate que en la zona donde debería estar la «Y» no tiene rayas, que indicarían que ha sido limada.
Cómo evitar que te cuelen una moneda falsa
Vaya por delante una verdad: hay veces que distinguir una moneda falsa de una real no es nada, pero nada fácil. A casi todo el mundo le han colado una alguna vez, yo incluido. Tómalo como parte del proceso de aprendizaje numismático.
Aún así, es posible reducir la posibilidad de que te vendan una casi a cero, siguiendo ciertas pautas antes de poner el dinero en la mesa:
a) Comprueba que la moneda que vas a comprar no aparece en algún cátalogo de monedas falsas.
b) Si algo es demasiado bueno para ser verdad, probablemente no sea verdad. Si te dejan una moneda cara por muy poco dinero, probablemente haya algo raro.
c) Compra a comerciantes y casas de subastas de confianza y reconocido prestigio. Hasta a ellos se les puede colar una falsa, pero un profesional de verdad no tendrá ningún problema en reconocer su error y devolverte el dinero.
d) En Rusia tienen un refrán que se suele traducir a español como «confía, pero verifica«. En numismática, eso se hace estudiando la moneda antes, durante, y después de la compra.
e) Si algo te da mala espina, no compres. La numismática es cosa de paciencia, ya habrá más oportunidades.
En definitiva: sentido común, conocimiento, y catálogos.