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Dinamarca decidió en referéndum en el año 2000 no adoptar el euro, y a estas alturas parece en cierto modo que el debate de su adopción está políticamente cerrado. Pero eso no quiere decir que no hubiera trabajo preliminar hecho en caso de que hubiera ganado el «sí», y eso incluía el diseño de las monedas de euros de Dinamarca.
Hoy les echamos un ojo, pero antes, las ponemos un poquitín en un contexto al que ya apuntamos por encima en el artículo que escribí sobre los nuevos países que entrarán al euro.
Los opt-outs
En las negociaciones del Tratado de Maastricht de 1992 que convirtió la Comunidad Económica Europea en la Unión Europea, se introdujo el concepto del opt-out, es decir, una exclusión voluntaria y negociada de una política común europea.
En Maastricht, y tras haber rechazado por los pelitos en referéndum el tratado original en 1992, Dinamarca consiguió negociar cuatro opt-outs, que se volvieron a someter a votación popular en 1993, esta vez con resultado positivo.
El primero tenía que ver con el campo de aplicación de la ciudadanía europea para los habitantes daneses. Este quedó obsoleto con la reforma de lo que significaba legalmente ser ciudadano europeo con el Tratado de Amsterdam de 1997.
El segundo trata de la aplicación de la primacía de la ley danesa sobre la de otros países comunitarios en ciertos campos de la legislación civil, como el divorcio o la insolvencia.
El tercero tiene que ver con la no incorporación de Dinamarca a la Política Común de Seguridad y Defensa de la Unión Europea.
Y el cuarto y último, es que Dinamarca no entraría en el euro, pero mantendría el tipo de cambio de la corona danesa fijado con respecto a la moneda única dentro del sistema ERM-II.
La ley danesa exige que para derogar cualquiera de los cuatro opt-outs se celebre un referéndum vinculante. De hecho, el tercero, el de Defensa, acabaría siendo derogado en referéndum el 1 de junio de 2022 por un 65,57% de los ciudadanos daneses con derecho a voto.
El referéndum de 2000
En el año 2000 el euro ya era una realidad a nivel bancario, pero las monedas y billetes todavía no estaban en el bolsillo de los ciudadanos europeos.
Y las últimas encuestas señalaban que había algo más del 40% de apoyo al euro entre la ciudadanía danesa, mientras que algo más de un 30% de la población estaba en contra de su adopción. El resto, estaban indecisos.
Tras una estrepitosa campaña por el sí encabezada por el Primer Ministro Poul Nyrup Rasmussen, en la que no supo explicar los beneficios del euro, las últimas encuestas antes del plebiscito mostraban que el «no» podría haberle dado la vuelta a la tortilla.
El día marcado era el 28 de septiembre de 2000. Ese día el país celebró un referéndum para ver si los daneses querían abolir el opt-out del euro y adoptar la moneda única.
Y, efectivamente, el resultado fue la victoria del no con el 53,2% de los votos y con un 87,6% de participación. El sí consiguió el 46,8% de los sufragios.
Los diseños del euro de Dinamarca
En preparación para el referéndum, el Ministerio de Economía pidió al Banco Nacional de Dinamarca (el banco central) y a la Real Casa de la Moneda de Dinamarca que prepararan los bocetos de las monedas de euro de Dinamarca.
Se basaron en el plan para la adopción del euro del gobierno danés, que decía que se adoptaría como moneda de cuenta y bancaria en 2001, para luego emitir las monedas y billetes en 2004.
Los diseños estaban basados completamente alrededor de la monarquía danesa y de su cabeza, Margarita II.
Hoy en día los diseños para los euros de Dinamarca no cumplirían con la normativa europea, que dice que las 12 estrellas tienen que estar situadas de la misma manera en que lo están en la bandera de la Unión Europea, sin emplazar ningún elemento de diseño entre ellas. Esta es la razón, por cierto, por la que España tuvo que cambiarlos en 2010.
Además, estos diseños siguen una línea muy continuista con las monedas danesas de corona, incluso quizá hubiera sido el país menos revolucionario en este sentido. El busto de Margarita II es el mismo que se pudo ver, por ejemplo, en las piezas de 10 y 20 coronas de esa época.
Y la corona de los bocetos de 1, 2 y 5 céntimos es muy similar a la que aparece en las moneda de 25 y 50 øre (céntimos) de corona de ese año:
La verdad, en mi opinión personal, esta hubiera sido una de las series más aburridas del euro, muy en la línea del resto de monarquías europeas en la Eurozona, tipo Luxemburgo. Espero que cuando Dinamarca entre en el euro, si es que entra, no usen estos diseños como base y partan de cero.
Por cierto, esta ha sido la tercera entrada de la serie de lo que pudo haber sido el euro y no fue. La primera trató de los diseños no elegidos para la cara común de las monedas de euro, y la segunda, de la locura que fue el concurso de diseño de los billetes de euro de 1996.