Quizá lo que vas a leer ahora sea de perogrullo para ti y para algunos más de los que me leen, pero creo que la advertencia que voy a hacer hoy sobre los 2 euros conmemorativos del Vaticano es algo que se dice muy poco y que es necesario repetir cuanto más, mejor:
Quita siempre los 2 euros conmemorativos del Vaticano de su cartera.
Ojo, esto no se aplica a los estuches proof. Sólo a las carteras BU del tipo de la siguiente foto:
Igual ya sabes que yo soy de los que quitan las monedas de las coincards por coherencia estética de la colección, pero la advertencia que te doy hoy no tiene nada que ver con que los álbumes estén bonitos.
¿Por qué hay que quitarlas?
Dicho simple y llanamente: estas carteras exponen la moneda al aire, causando que a lo largo del tiempo pierdan su brillo, y, por tanto, gran parte de su valor.
La causa de esto es el diseño poco óptimo -por no decir algo peor- de las carteras del Vaticano.
La cartera del Vaticano está divida en dos piezas: la carpeta exterior, y la tarjeta interior en la que va encajada la moneda. En los últimos años, la tarjeta interior va metida en un sobre de plástico con una apertura superior para introducir el cartón. En las primeras emisiones la tarjeta iba a pelo, sin plástico ni nada que la protegiera.
Y ni la carpeta exterior, ni la tarjeta interior, ni el sobre de plástico son herméticos. Eso quiere decir que la moneda está al contacto con el aire y con el sobre plástico. Tampoco sabemos de qué material está hecho el sobre plástico, pero lo que sí sabemos es que ciertos plásticos, como el PVC, reaccionan con la moneda y con el aire a lo largo del tiempo, pudiendo causar todo tipo de destrozos a la pieza.
El resultado es que la moneda pierde por completo el brillo original en el mejor de los casos, y en el peor, se pondrá verde (aunque no ha pasado el tiempo suficiente para ver si efectivamente se ponen verdes o no).
¿Cómo las quito?
Lo bueno del chusquísimo diseño de la cartera del Vaticano es que podemos quitar la moneda de la tarjeta interior solo presionando con un dedo por la parte de atrás de la moneda. La cartera queda intacta y luego puedes volver a poner la moneda si quieres.
Eso sí, ponte guantes para hacerlo. Si no lo haces, puede ser peor el remedio que la enfermedad.
Este, por cierto, es el proceso inverso de como se hacen estas carteras: la moneda las ponen unas monjas en el Vaticano a mano, presionando por delante. Hace un tiempo vi un vídeo de cómo lo hacían pero hoy no lo encontré, si alguien tiene un enlace le agradecería que lo ponga en los comentarios.
¿Qué hago con ellas?
Mi recomendación es que, tras quitarlos de la cartera, los metas en una cápsula.
Las cápsulas son el mejor sistema de protección para las monedas, y casi todos los 2 euros conmemorativos del Vaticano son los suficientemente valiosos como para pagar los 50 céntimos que puede valer una. Especialmente si tenemos en cuenta la depreciación de la moneda si no lo haces.
Y si optas por no usar cápsulas, al menos, ponla en un cartoncillo. Pero nunca, nunca, nunca, la dejes en la cartera original.
Bufffff, se me hace difícil conceptuar la moneda del Vaticano sin su cartera. No concibo una conmemorativa suelta, cuando su gracia está en la parafernalia de la cartera. Que adecúen el formato para que se adapte una cápsula. Tan fácil como eso.
Quizá en el futuro lo hagan, pero mientras tanto, hay que proteger la moneda de alguna manera.
Vaya, pues para una carterita que tengo del Vaticano es un fastidio, pues voy adaptar el agujero de mi carterita a el de una cápsula, a ver si tengo alguna sin borde, y hala un bulto en la carterita, ya que el grosor del canto ya no será el mismo de 2,20 mm. que tiene ahora la CoinCard.
Parece una buena solución! Ya me contarás si funciona y si encaja bien