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Hay nombres, como el franco, el dólar, o el dinar, que no son propiedad de un país, sino que muchos los usan para llamar a su dinero. La peseta es diferente: está tan íntimamente relacionada con la cultura e idiosincrasia española de los siglos XIX y XX que, si decimos peseta, decimos España. Sin embargo, ha habido otros países que en algún momento de su historia han usado «peseta» para denominar a su moneda.
En este artículo vamos a dar un repaso a esos países independientes que han usado su propia versión de la «peseta», y a las circunstancias que rodearon su introducción.
Las Pesetas de Perú
España introdujo la peseta de manera oficial en 1869. El nombre sólo tardaría 11 años en extenderse a otros países, y Perú seria el que tendria el «honor» de ser el segundo en adoptarlo.
Tal y como nos cuenta el Dr. Dargent en su La Moneda en el Perú (descarga gratis en ColeMone), la historia de la peseta peruana es muy corta y está llena de obstáculos y fallos de cálculo.
En 1879, Perú, aliada con Bolivia, se encontraba en plena guerra con Chile, la llamada Guerra del Pacífico. Aprovechando que el Presidente de Perú, Mariano Ignacio Prado, estaba comprando armas en Europa, el 23 de diciembre de 1879 el Ministro de Finanzas, Nicolás de Piérola, dio un golpe de estado y se hizo con el poder.
La economía peruana estaba basada principalmente en la exportación de guano vía marítima, y ya estaba tremendamente debilitada por el colapso económico mundial causado por la Gran Depresión de 1873. Cuando la guerra estalló, Chile impuso un bloqueo naval sobre los puertos del país, que terminó por destrozarla del todo.
Todo esto causó que el sol, que había sido la moneda peruana desde 1863, se depreciara muchísimo con respecto al resto de divisas internacionales.
Con este panorama, el gobierno de de Piérola introduce el 20 de marzo de 1880 una nueva moneda, el inca, que circularía paralela al sol. En teoría, iban a emitirse monedas de oro de 1, 2 y 5 incas, pero nunca llegaron a acuñarse. Sí hubo billetes, que fueron ampliamente falsificados.
Lo que sí se acuñó fueron los divisores de plata: 1 inca equivaldría a 5 pesetas, y 1 peseta a 2 reales.
En 1880, se acuñaron monedas de 1 y 5 pesetas en Lima, con diseños del grabador Robert Britten. Ambas se hicieron con plata .900. La de 5 mide 37 milímetros de diámetro, 2,9 de grosor, y 25 gramos de peso, mientras que la de 1 mide 23 milímetros de diámetro y 1,9 de grosor, y pesa 5 gramos.
En 1881, la producción se trasladó a Ayacucho, acuñándose sólo monedas de 5 pesetas en 1881, y de 5 pesetas y de medio real en 1882. En las de Ayacucho, la leyenda que rodea al motivo de la moneda en el reverso pierde el redondel interior que la subraya, como puedes ver en este ejemplar de 5 pesetas de 1882 (que, por cierto, son relativamente raros y se suelen ir a los 2000 euros en subasta cuando están en buenas condiciones):
En 1883, con Ayacucho ocupada por Chile, y quedando claro que el inca no iba a solucionar los problemas del país, se abandonó completamente. Y con él, también las subdivisiones, poniendo así punto y final a la peseta peruana.
Las Pesetas de Guinea Ecuatorial
Justo cuando España celebraba el centenario de la peseta en 1969, el tercer país en tenerla como moneda nacional, Guinea Ecuatorial, introduciría las suyas propias.
Un año antes, el 12 de octubre de 1968, el país se había independizado de España, a pesar de que desde 1959 hasta 1964 estaba dividido en dos regiones con estatus de provincia, al mismo nivel que, por ejemplo, Guadalajara. En 1964, esas dos provincias se unificarían y se les cedería autonomía con gobierno propio. En agosto de 1968, se convocó un referéndum de independencia con el beneplácito del gobierno franquista, y ganó el sí.
Tras la independencia, su primer presidente fue Francisco Macías Nguema. Acabaría convirtiéndose en un dictador, y en asesino sin escrúpulos, que se declaraba marxista-leninsta a la vez que decía que sus referentes políticos eran Franco y Hitler, y que llegó a cortar relaciones diplomáticas con Guinea Conakry porque el amante de su amante era de allí.
Como medida transicional, Nguema decidió que la moneda del nuevo país sería la peseta guineana, con paridad 1:1 con la española. Se acuñaron en la madrileña Fábrica Nacional de Moneda y Timbre cuatro tipos de monedas: 1, 5, 25 y 50 pesetas, del mismo peso, tamaño y material que las españolas. Hasta llevaron las estrellas para identificar el año típicas de la numismática hispana, tal y como pasaba en las pesetas franquistas. En la de 50, se pondría a sí mismo en el reverso.
Como puedes ver, el anverso de las monedas presentan dos cuernos de elefante entrelazados, y en la de 50 pesetas, un retrato de Nguema. En el reverso, el escudo del país y el facial. Son monedas muy fáciles de encontrar, y que valen menos de 5 euros cada una.
Además, también se fabricaron tres billetes: 100, 500 y 1000 pesetas, con un diseño muy parecido a la serie de billetes española de 1953.
Además, casi inmediatamente, Guinea comenzó a hacer una cosa que no se haría en España hasta bien entrados los 80: emitir monedas conmemorativas no circulantes en metales preciosos, en valores que iban desde las 25 a las 1000 pesetas.
De todas las que emitieron, la más chocante -en mi opinión- es la de 500 pesetas de oro de 1970 dedicadas a Lenin por el 100 aniversario de su nacimiento. También hay una versión de 75 pesetas en plata.
No sé que tal se recibiría en Madrid esta pieza, pero me imagino que una moneda de la españolísima peseta dedicada al padre del comunismo soviético en el periodo tardo-franquista habrá causado bastante urticaria.
La historia de la peseta guineana acaba en 1975, cuando a Nguema ya se le va la olla completamente y decide acabar con todas las influencias capitalistas en el país: desde el comercio de pan (un producto del imperialismo occidental, según él), hasta el nombre de la moneda, que se convierte en el Ewkele.
Las Pesetas del Sáhara Occidental
La tercera peseta que nos ocupa, la del Sáhara Occidental, sigue viva, y a día de hoy se siguen emitiendo monedas. Seguro que cuando empezaste a leer este artículo no esperabas ver pesetas acuñadas en 2018, pero mira:
Aunque existen monedas hechas en 1990 y 1992, la peseta saharaui se adoptó oficialmente en 1997, cuando España ya se estaba preparando para abandonar la suya. Y al igual que el país mismo, no es una moneda reconocida internacionalmente.
Teóricamente, existen cuatro denominaciones en circulación en los territorios no controlados por Marruecos y en los campos de refugiados de Tindouf (Argelia): 1, 2, 5 y 50 pesetas, así como la moneda de 25 pesetas de 2018 de arriba, que conmemora el 42 aniversario de la proclamación de la República Saharaui.
En realidad, por lo que tengo entendido, estas monedas circulan conjuntamente con moneda de Argelia y de Mauritania. En el mercado internacional son monedas relativamente comunes que se pueden comprar por un par de euros. Eso sí, no existen billetes.
Sin embargo, la peseta saharaui es más conocida por sus conmemorativas no circulantes hechas en plata, y, muy ocasionalmente, en oro, como las 40000 pesetas de 1997 celebrando el 15 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Saharaui y Venezuela.
De momento, estos tres países fueron los únicos que han usado la peseta además de España. Pero nunca se sabe, igual en un futuro igual hay otros.
¿Conocías estas monedas? ¿Cuál te ha sorprendido más? Dímelo en un comentario en la caja de abajo.
Muy interesante artículo, no tenía ni idea de la existencia de estas «pesetas». Las que más me han sorprendido son las monedas de peseta de Guinea y Sahara. Ojalá pueda hacerme con alguna de ellas.
Me alegro que te haya gustado! Ninguna de ellas son especialmente difíciles de conseguir, especialmente las de Guinea: valen un par de euros cada una.
Tambien se hicieron en Cabo Dakhla aunque creo que no llegaron a circular
Ah, pues eso no lo sabia. Tengo que investigar más sobre ellas. Gracias por la pista!
Muy interesante, yo tampoco conocía las pesetas de Cabo Dakhla pero he visto que hay acuñaciones de 2006 en aluminio, latón y bimetálicas de varios valores.
Aquí en numista las puedes ver
https://es.numista.com/catalogue/dakhla-exonumia-1.html
Y para ver que están muy activos, también los billetes de fantasía de hasta 100.000 pesetas del año 2015
https://colnect.com/es/banknotes/list/country/364-Fantas%C3%ADa_Emisiones/series/212748-Cabo_Dakhla
Y como sorpresa de este articulo las conmemorativas no circulantes de plata y oro, como las 40.000 ptas. de 1997, 15 aniversario de relaciones diplomáticas entre la República Saharaui y Venezuela.
Bye
Pues la verdad es que no conocía las de Cabo Dakhla, he de decir que en exonumia no estoy tan puesto. Pero me las apunto para investigarlas bien, parecen muy interesantes. Gracias por la aportación!