El mes pasado asistimos en tiempo real a la creación y diseminación en los medios de comunicación españoles de uno de los bulos numismáticos más burdos que recuerdo: la moneda de 1 céntimo de Alemania de 2002 de la hoja de roble sin error y con error, y su supuesto valor de 50.000 euros.
¿Realmente vale eso? Pues no. Así que veamos cuánto vale exactamente y cómo hemos llegado a una situación tan ridícula.
Valor de la moneda de 1 Céntimo de Alemania de 2002
Como ya hemos visto varias veces por aquí, por ejemplo con los casos de la moneda de 2 euros de Grecia 2002 con la mujer y el toro, o los 2 euros de Italia de 2002, cualquier moneda que te hayas encontrado en el cambio vale lo que dice la moneda que vale: si es una moneda de 2 euros, valdrá 2 euros. Si es de 1 céntimo, valdrá un céntimo.
Por tanto, si te la has encontrado en el cambio, el valor de una moneda de 1 céntimo de Alemania de 2002 es eso, 1 céntimo.
La razón es doble:
1- El coleccionistas de euros típico busca monedas nuevecitas, lo que se conoce como «sin circular». Si una moneda de euro esta usada, salvo un par de excepciones contadas, pierde su valor numismático.
2- En el año 2002, Alemania acuñó 4.000 millones de monedas de 1 céntimo. Es una moneda extremadamente común, quizá la más común de todas las monedas de euro que existen.
Por otro lado, si la moneda está sin circular, es decir, brillante, sin desgaste ni suciedad, y no ha sido limpiada, puede que valga unos 20 o 30 céntimos de euro.
Moneda de 1 Céntimo de Alemania de 2002 con error
Sí es verdad que existen algunas (muy, muy pocas) monedas de 1 céntimo de Alemania de 2002 con error: el material de la moneda es diferente al material «oficial», dándoles un color amarillento muy parecido al de las monedas de 10, 20 y 50 céntimos de euro.
Si no tienen ese color, no es el error que estamos buscando.
Además, ¿ves que a la izquierda de la base del tallo de la hoja de roble, junto al año, aparece una letra? Es posible que aparezca una de cinco letras diferentes: A, D, F, G y J. Indican la ciudad alemana en la que fue acuñada esa moneda en concreto.
Pues todas las monedas de este tipo con error que he visto llevan la marca «D», la de la casa de la moneda de Múnich.
¿Y cuánto vale la moneda de 1 céntimo de Alemania de 2002 con error? Pues en un estado de conservación medio-alto, entre 50 y 55 euros.
En numismática, una moneda vale lo que alguien esté dispuesto a pagar por ella. Y los únicos precios de venta real en subasta que conocemos son 46 y 62 euros, ambas monedas más o menos en la misma conservación, así que, para hacernos una idea del valor, tiramos por el medio.
También tienes que tener en cuenta que la numismática funciona exactamente igual que comprar un coche de segunda mano: siempre te van a dar menos al venderlo de lo que te cuesta a ti comprarlo. Cuánto menos te darán dependerá de dónde y a quién se la vendas.
¿Por qué dicen los medios que vale 50.000 euros, entonces?
Dicho rápidamente, porque un periodista oyó campanas y no supo dónde.
Una de las máximas de cualquier tipo de coleccionismo en general, y de la numismática en particular, es que para saber el valor de una moneda antigua hay que mirar los precios a los que ya se han vendido, no a los que está a la venta en ese momento.
Que parece lo mismo, pero no lo es.
Para que veas lo ridículo de todo esto, voy escribir la historia cambiando la moneda por un sobre de ColaCao. Y cuando lo leas, recuerda que un sobre de ColaCao vale bastante más que una moneda de 1 céntimo de Alemania de 2002.
Pues bien, resulta que alguien pone a la venta en Wallapop un sobre de ColaCao por 50.000 euros. En toda la historia del mundo mundial, nadie ha pagado nunca ese precio por un sobre de ColaCao. Ni lo va a pagar.
Pero un periodista ve el anuncio. Y como no sabe cuánto vale un sobre de ColaCao, se cree que, efectivamente, vale esos 50.000 euros.
Ese periodista le dice a su editor que va a escribir un artículo sobre el valor del sobre de ColaCao. El editor le da vía libre, porque tampoco sabe cuánto vale el ColaCao, pero lo que sí sabe es que decir que algo que tenemos en casa todos vale un pastón da muchos clicks y por tanto ingresos, porque juega con la necesidad y/o avaricia de la gente.
El artículo funciona muy bien, y se vuelve viral. Así que otros medios de comunicación empiezan a copiarlo. También funcionan muy bien, así que más y más medios lo copian.
Y de todos esos medios que copian el artículo, a ninguno se le ocurre mandar un periodista al supermercado a ver si es verdad que un sobre de ColaCao vale semejante dineral.
Hasta que en televisión dedican un reportaje al sobre de ColaCao. Y son ellos los que mandan a una cámara al supermercado, convencidísimos de la mucha audiencia que les va a dar enseñar el sobre de ColaCao de los 50.000 euros. Tampoco han comprobado nada.
Entrevistan al dueño del supermercado, y este les dice que el sobre de ColaCao vale un euro como mucho. Y la presentadora se queda con cara de tonta delante de toda España.
Pero ya es tarde. Ya toda España ha leído el bulo del sobre de ColaCao de los 50.000 euros, y ya se sabe, es mucho más fácil extender una mentira que rectificarla. Para más inri, el sobre de ColaCao es tan, tan común que mucha gente se encuentra uno en casa y se piensa que tiene 50.000 euros y las deudas del año resueltas.
Luego son los comerciantes numismáticos y nosotros, los que hablamos de monedas en Internet, los que tenemos que comernos el enfado de la gente cuando se dan cuenta de que les han mentido.
Y mira, cuando hablo del valor de monedas en otros bulos, suelo defender que el gran problema es que la gente no es capaz de hacerse una idea de cuánto valen de verdad las monedas, en parte porque los propios medios de comunicación transmiten la narrativa de que cualquier moneda antigua es un tesoro que vale una millonada.
Pero es que lo de la moneda de 1 céntimo de Alemania de 2002 no es un caso de saber o no saber, es un caso de sentido común. Y que en todas las televisiones y periodicos digitales y no digitales que sacaron semenjante chorrada no haya nadie que se haya parado a pensar y comprobarlo, pues clama al cielo.
Y así nos va como país.
Grandes verdades.
Me alegro de que estés de acuerdo, Julián.
Pero, no solo las monedas, hay una orgía en la ética y un desmadre en los principios en el mundo las comunicaciones y redes Ti, ya no sabemos que es verdad, medios de supuesta reputación, también se apuntaron en aquello de » disparen primero y averigüen después» publican cualquier mentira con el fin de lograr vistas o clicks en sus webs, para lo cual rayan el lo mas cutre del lenguaje comunicativo, es muy común ver en algunos titulares frases como : » No creerás como se ve la actriz tal y pascual» o »respira profundo antes de ver como se ve ahora» y un sin fin de tonterías, bueno, así están las cosas!!
Completamente de acuerdo, Juan. El problema es que existe una retroamlimentación entre audiencia y medios. Los medios publican ese tipo de titulares porque la gente clica en ellos, y cuanto más cliquen, más publican. Es un circulo vicios que no veo cómo se va a romper.
Totalmente de acuerdo. Yo soy más de billetes de España y en los grupos de Facebook es muy habitual ver la de cosas que preguntan y dicen, por ignorancia, la gente. Y los precios que se ven en Todocojo, Wallapufff, Eboir y demás plataformas de venta online son un disparate, como los típicos anuncios de las 100 pesetas de Manuel de Falla por 1.000 euros o más, que al principio me enfada un poco y pasado el tiempo me lo «tomo a cachondeo» (en Cádiz, a risa o guasa). El problema es que hay mucha gente se cree que lo que vé en la pantalla del ordenador o en el móvil es siempre es verdad, y luego se les ve la cara de tonto cuando se dan cuenta de la estafa de la estampita.
Un saludo desde las columnas de Hercules.
Pues sí, Celso, yo también pienso que ese es el gran problema: que la gente se lo cree. Venimos de una época pre-Internet en la que asumíamos que lo que nos contaban los medios era siempre verdad, y trasladamos la veracidad que le dábamos a la tele y los periódicos en papel a los medios digitales, y así nos va.
Un saludo desde la Torre de Hércules!
Muy bien Francisco por este artículo. Por un lado, debido a las «cookies», detectan las búsquedas que uno hace, y con frecuencia aparecen esos titulares en los buscadores… por otro, la cantidad de personas que se creen esos bulo. El colmo de descaro para mí son los que ofrecen esas supuestas monedas «raras» a precios de hasta 6 cifras… Por ejemplo, en Wall4p0p vi una moneda «rara» de 10 Euro Cent por no sé cuantos miles de € y lo único de rara es que parece que le había pasado un tren por encima…
De cualquier modo, gracias por el artículo.
Uy, eso es otro tema aparte. Ya escribiré algún día sobre ello, pero esos anuncios de Wallapop sí que pretenden timar a la gente invetándose errores que realmente no existe, o manipulando monedas con muy mala fe. Son tan malos o peores como estos artículos.
Gracias a ti por leerlo!
Y yo con 9 monedas de 1 céntimo Alemania ilusiones son.
Bueno, considéralo una lección aprendida 🙂
Bueno, por eso estas noticias son virales porque viral significa virus y virus está relacionado con una enfermead virica. Los que difunden la noticia no están enfermos, son personas manipuladoras e inteligentes, los enfermos son los demás. Sufren de insuficiencia FINANCIERA y en sueños.
No sé si enfermos, pero que hay cositas que se deberían mirar en un médico, casi seguro.