¿Qué es una moneda? No, no es tan fácil como parece

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El otro día, a raíz de la entrada sobre la peseta de oro de Barcelona 1992, surgieron comentarios muy interesantes tanto en la página de Facebook de ColeMone como en otros grupos donde fue compartida. Pero quizá lo más interesante haya sido el debate que surgió con Adolfo Ruiz Calleja, dueño del Blog Numismático, sobre si esa pieza se podría considerar una moneda o no, y sobre qué es una moneda exactamente.

El principal punto de discrepancia entre las posiciones de Adolfo y mía está en qué criterio prima a la hora de definir a una moneda, si el carácter legal que le da un Estado a la pieza, o el uso real que se hace de ella.

Los problemas al elaborar una definición

De momento no puedo permitirme dedicarme en exclusiva a la numismática (ojalá llegue algún día ese momento), así que tengo que ganarme las habichuelas con mi trabajo real en una Universidad. Y uno de los ámbitos en los que lo desarrollo es en la elaboración de definiciones para diccionarios.

Una de las cosas más difíciles al elaborar una definición es la acotación del concepto. Te pongo un ejemplo. Todo el mundo tiene claro lo que es un coche, al menos de manera intuitiva: un vehículo de cuatro ruedas diseñado para transportar pasajeros circulando por una carretera.

Ford Mustang
Un Mustang.

Cuando vamos por la calle, sabemos qué es un coche y que no. Si nos imaginamos un concepto cualquiera como un círculo, eso vendría a ser el centro del concepto. Pero el problema no está en el centro, está en la circunferencia que la rodea. ¿Hasta dónde llega la definición y en dónde situamos la circunferencia que acota el concepto?

En el caso del coche y en mi opinión, la circunferencia se emborrona cuando pensamos en el «coche volador». Cumple la definición intuitiva de coche, pero además, se le añade una función: vuela. Entonces, ¿lo consideramos como un tipo de coche, como un tipo de avión, o como una cosa nueva que necesita una nueva definición?

AVE Mizar
AVE Mizar de 1973 (Foto: Commons/Doug Duncan).

Y esa duda se ve en la definción proporcionada por diferentes lenguas. En español, en general, lo consideramos como coche. En inglés, es un roadable aircraft, que vendría a traducirse como un «avión carreterable» (perdóneseme el palabro). En ruso lo definen como un híbrido de ambos, y por tanto, es un concepto nuevo.

Esta dificultad aparece constantemente en numismática. De hecho, uno de sus grandes problemas es el no tener claro el borde del concepto «moneda». Todos tenemos una idea intuitiva de qué es una moneda, pero nadie tiene claro dónde se cierra esa circunferencia.

La naturaleza de una moneda: pragmatistmo vs. legalismo

Y aquí es donde entra en juego el punto de discrepancia entre las posiciones de Adolfo y mía: ambos estamos buscando dónde se cierra esa circunferencia, pero hemos llegado a conclusiones diferentes.

Para Adolfo, el criterio que prima a la hora de definir a una moneda contemporánea está en el carácter legal que le da un Estado a la pieza, para mí está en el uso real que se hace de ella. O dicho de otra manera, él tiene una posición legalista, y yo tengo una más pragmática.

Pero en un estado contemporáneo donde la emisión de monedas está híperregularizada, yo creo que es bastante fácil definir lo que es una moneda: aquellas por las que responde el Banco Central del país emisor (o el BCE en el caso del euro).

Extracto de uno de los comentarios de Adolfo

Una de las críticas que hacía Adolfo a mis posiciones es que busco ejemplos rebuscados. Y tiene razón, pero éste es el motivo de ello: si no tenemos claro hasta donde llega la definición de moneda, es imposible debatir sobre su naturaleza. Al poner esos ejemplos rebuscados, lo que estoy haciendo es intentar establecer esa circunferencia que rodea al concepto «moneda».

Traslademos nuestras posiciones a ejemplos prácticos de la numismática actual. Según la acotación de Adolfo, las piezas de las pruebas de Churriana, a pesar de estar organizadas por un organismo público (la Sociedad Estatal de Transición al Euro) no serían monedas, aunque hayan circulado durante cuatro días de 1998 en un pueblo entero y fueran ampliamente aceptadas y utilizadas como moneda. Para mí sí lo son.

España - Pruebas de Churriana 1998
Pruebas de Churriana (Foto: IbercoinSubasta 19.1, Lote 2749).

Sin embargo, en mi visión, la famosa moneda de 30 dólares de Niue que reproduce el Monte Vesubio no es una moneda. No ha sido usada como tal -es terriblemente incómoda-, y pocos ejemplares han salido de la caja en la que se vendía. Para mí es un producto numismático. Adolfo no ha dicho que sea una moneda, pero, por lo que entiendo, en su definición sí lo sería, ya que está respaldada en última instancia por el Banco Central de Nueva Zelanda.

Niue - 30 Dólares 2016 - Volcán
30 dólares de Niue de 2016 (Foto: Numista/NomistaAzerbaijano).

Si nos vamos a eras numismáticas más antiguas, con mi definición, los primeros cincuentines y centenes de Segovia, hechos motu proprio para presentación a Reyes y otros dignatarios, no serían monedas. Con la de Adolfo, las monedas de emergencia, incluídas las de la Guerra Civil y los 30 sous de 1821, no serían monedas, ya que no estaban respaldadas por ningún estado.

Por qué defiendo una visión pragmática

Cuanto más universal sea la definición de moneda, más fácil es tener claro cuál es el objeto de estudio de la numismática.

La definición de Adolfo, dejando a un lado que la invención del Banco Central es relativamente reciente (se suele considerar al de Suecia, fundado a mediados del siglo XVII, como el primero), no considera ciertos momentos de la historia en los que la influencia de un Estado sobre un territorio en concreto fue muy débil o inexistente, y, sin embargo, seguía circulando moneda. Cierto es que está enfocada a la edad contemporánea, pero en mi opinión el concepto de «moneda» no debería cambiar con la época estudiada. Pueden cambiar los materiales, el tamaño, las formas o las unidades de cuenta, pero no el concepto central de «moneda».

Y hasta el momento, la única manera que he encontrado de mantener una definición universal a lo largo del tiempo y el espacio ha sido a través del uso como transmisor de valor entregado a cambio de un bien o servicio. Cualquier cosa que se haya utilizado con ese fin, y que no sea un billete o una pepita de metal precioso, es una moneda.

Peeeeeeero, también reconozco que la mía no es una definición perfecta, y tiene cosas que mejorar. Por ejemplo, necesita una definición de billete y de pepita de metal precioso para funcionar. Y preveo posibles problemas con monedas emitidas tras la defenestración del Patrón Oro.

Sin embargo, tras mucho analizarlo, es la mejor que encuentro, y habrá que trabajar en ella para perfeccionarla.

Y tú, ¿qué definición prefieres? ¡Dímelo en un comentario!

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24 COMENTARIOS

  1. Desde luego la tuya considero que es la posición adecuada. Lo mismo que explicas es lo que pienso, llevo predicandolo años y por eso ni me gustan ni colecciono pseudomonedas, sólo monedas bajo lo que creo que es una definición universal de moneda.
    Ocurre parecido ahora también con la filatelia y de forma más grosera. Ya casi no se emplean los sellos en el franqueo de correo, alentado por los mismos servicios postales, pero se emiten más sellos que nunca aunque en tiradas irrisorias comparando con las que se hacían hace 30 años y con unos valores faciales desorbitados en muchas ocasiones simplemente para hacer negocio con el coleccionista, razón por la cual yo solo los colecciono circulados, el verdadero sello de correos es el que se utiliza en el franqueo postal, a mi manera de ver.
    Hay otro debate con el que voy de cabeza también, la diferencia entre ERROR, DEFECTO Y VARIANTE en numismática, el concepto de DEFECTO no se utiliza y a todo le llaman ERROR, concepto que es achacable a un factor humano y que se plasma en una moneda en forma de VARIANTE aunque éstas no siempre se dan por un error. En cambio los DEFECTOS son alteraciones en las monedas relacionados con factores como la calidad de los metales, la maquinaria, etc…y desgastes y desajustes y otros fallos no imputables directamente a la mano del hombre,….así resumiendo mucho. ¿Qué opinas?

    • Pues sobre la diferencia entre defecto, error y variante, tengo unas cuantas ideas en la cabeza también que van muy en línea con las tuyas, y que expondré en una entrada en un futuro no muy lejano. No soy un experto en esa parte de la numismática, pero por lo que voy leyendo, los expertos en eso sí que tienen bastnte clara la diferencia entre esos conceptos, el problema está en que son muy fácilmente confundibles para la gente que no tiene mucha idea.

  2. Acabo de hacer un post en un grupo de Facebook de porque las estampillas pertenecen al campo numismático y to artículo fue una de las respuestas al debate. Me ha encantado jajaja

  3. Buen día, saludos desde México. Entiendo por moneda «Material acuñado o grabado para representar un valor y que se usa para pagar como contraprestación por un bien o servicio, aceptado por la comunidad o impuesto por una autoridad; debe tener un valor facial o estar regulado por una ley».
    Por ejemplo, acá en México, la onza de plata llamada «Libertad» no tiene valor facial pero es moneda por ley. Saludos.

  4. Buenos días,
    Una moneda, aparte de tener la Ley Orgánica que corresponda sobre tamaño, diámetro, peso, aleación, etc… nunca tendrá un valor facial menor que el valor intrínseco del metal o aleación con el que esté hecha.
    Un saludo.

  5. Hola
    Quizas si supeditaras la definicion de momeda a cada epoca en concreto seria mucho mas facil encontrar definiciones que nos sean utiles y no generen mas dudas que certezas, es solamente una opinion.
    Saludos

    • ¿Las épocas de quién? ¿De China? ¿De Occidente? ¿De Papúa Nueva Guinea? Si defines por épocas tienes que definir por las epocas de cada territorio, porque no son épocas universales. Y de esa manera acabas con cientos de definiciones de moneda diferentes. No estoy tan seguro de que definir por época sea ni factible, ni útil, ni universal.

      • Bien lo expresas en el titulo del articulo, es dificil, muy dificil diria englobar en una definicion 2500 años de usos y costumbres con respecto a lo que genericamente llamamos moneda, pero quizas aceptando que algunas veces prevalece el concepto legal y en otras la vision que denominas pragmatica, combinandolas se llegaria a una definicion suficientemente abarcativa.
        Muy buen articulo
        Saludos

  6. Coincido plenamento con tu definición pragmática de lo que deberia ser una «moneda.» De este modo resulta también más fácil de entender que en algunos países conchas, piedras agujereadas o collares, para dar unos cuantos ejemplos, hicieron uso como «moneda.»

    Un saludo,
    Tristán.

  7. Yo voy en tu línea 100% y me traído algún disgusto alguna vez. La diferencia para mí está clara entre lo que es moneda, de forma universal, y lo que un estado o ley te dice que es moneda hecho que es cambiante. De todas formas en un diccionario yo incluiría los dos puntos de vista:
    Moneda: Def. Universal / Definición legal. Y ya no es que elijas cuál te gusta más, se aceptan las dos cada una una en su acepción

  8. Yo al igual que tú estoy de acuerdo con esa definición pragmática y de hecho lo he discutido con algún amigo numismatico. Para mi una moneda es aquel objeto de intercambio comercial que ha podido cumplir su función, o que tranquilamente pudiera hacerlo (el caso de las monedas SC que tranquilamente pudieras usarla para adquirir algún bien). Por el contrario, esas piezas que fabrican como monedas pero con valores que hacen que no puedan entrar en circulación y directamente no te permita el i tercambio comercial, no las considero monedas como tal di no obejir numismaticos colecionables, y en mi caso yo no las colecciono, ejemplo de estos esas ediciones especiales de 5 € o 30€.

  9. Aunque parezca tajante, lo que no es dinero no es moneda en el sentido numismático. Será, en todo caso, un pedazo de metal (generalmente precioso) con forma y características exteriores de moneda. Desde luego que no me molesta la existencia de piezas de metal precioso como inversión, pero está mal que las acuñaciones oficiales pongan valores sabidamente falsos a esos pedazos de metal. Por ejemplo, en 2012 España acuñó monedas de 13,5 y de 27 gramos de oro, ambas con facial de 200 euros. Un absurdo tanto por la lógica monetaria de lo comparativo / interno, como en la faz comercial / externa, pues si en ese o cualquier momento intento adquirir directamente una de esas monedas por 200 euros llaman a la Guardia Civil. Y el ejemplo está España, pero es válido para cualquier país: 1 dólar en los Estados Unidos o 5 pesos en Argentina, etc. De un mercachifle sería entendible, pero no me parece una política seria por parte de los emisores institucionales.

  10. Totalmente de acuerdo con tu postura, solo considero moneda aquello previsto para ser usado (o que se puede usar) para adquirir bienes, lo demás son ‘medallas’. Los billetes son cosa aparte.

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