¿Cuándo va a haber nuevos países en el euro? Quizá más pronto de lo que crees [Octubre 2024]

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Como coleccionistas de euro que somos, una de las cosas que siempre tenemos presentes es cuándo va a haber nuevos países en el euro, para ver si podemos o tenemos que ampliar la colección. Aquí te hago un pequeño resumen de cómo está la situación de la ampliación de la Eurozona.

¿Qué tiene que pasar para que un país adopte el euro?

En teoría, todos los estados que han entrado en la Unión Europea a partir de 1995 tienen la obligación de cambiar su moneda nacional por el euro. Y para que eso se haga realidad tienen que pasar tres cosas:

a) Por supuesto, que pertenezca a la Unión Europea, o tener un acuerdo firmado con ella que les permita usarlo y emitir monedas propias (como tienen Andorra, Mónaco, San Marino y el Vaticano).

b) Que cumpla los Criterios de Maastricht, establecidos en el artículo 140 del Apartado 1 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. Estos criterios de convergencia son cinco, que se pueden resumir en que:

  • en el país candidato no haya mucha inflación ni déficit en comparación con la Eurozona,
  • que tampoco tenga mucha deuda pública en comparación con los países del euro,
  • que los tipos de interés no sean muy altos,
  • que la legislación esté adaptada,
  • y que haya estado dos años en el Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC-II, también conocido por sus siglas en inglés ERM-II y por el manido sobrenombre de «la antesala del euro»), que fija la conversión entre el euro y la moneda nacional.
Tratado de Maastricht
Copia del Tratado de Maastricht expuesta en Regensburg, Alemania (Foto: Commons/Mateus2019).

Cada dos años, el Banco Central Europeo publica un informe resumiendo en qué medida los países candidatos han cumplido con ellos. El último fue en junio de 2022.

Normalmente, si un país quiere adoptar el euro va a intentar cumplir con los criterios económicos primero, y una vez alcanzados esos objetivos, comienza a trabajar en adaptar su legislación, a la vez que espera los dos años obligatorios en el ERM-II.

Y c) Que haya voluntad politica. La entrada en el ERM-II es voluntaria, y cada país decide cuando entrar. Cuando no hay voluntad política, lo que un gobierno hace es no entrar en él aunque cumpla el resto de requisitos.

Países que están muy cerca de adoptar el euro

Los próximos nuevos países en adoptar el euro serán, por este orden, Bulgaria y Rumanía.

Durante el verano de 2021, ambos países comenzaron de manera oficial su preparación para la transición a la moneda única. Bulgaria tiene como objetivo entrar el 1 de julio de 2025. Rumanía mira un poco más adelante, a 2029.

Bulgaria

Puntos clave: Bulgaria tiene la intención de adoptar el euro el 1 de juilio de 2025, a pesar de que la evaluación del Banco Central Europeo de junio de 2024 fue negativa por culpa de la inflación. Aún así, el gobierno tiene el objetivo de rebajar la inflación antes de final de año y luego pedir al BCE una evaluación especial.

Bulgaria entró en la Unión Europea en 2007 con la obligación de entrar en la Eurozona en algún momento en el futuro.

En general, han sido bastante entusiastas. Incluso ya en 2008 eligieron el motivo de sus monedas en una encuesta a nivel nacional. Será el Caballero de Madara.

Caballero de Madara en Bulgaria
Caballero de Madara (Foto: Commons/Dom2002)

Bulgaria cumple con todos los requisitos del BCE salvo el control de inflación, cuyo limite en 2020 era el 1,8%, pero que en el país balcánico era del 2,6%. En 2022, los efectos de la pandemia y de la invasión de Ucrania por parte de Rusía han hecho que la inflación aumente en toda la eurozona, así que el límite impuesto por el BCE fue del 4,9%, pero Bulgaria tuvo un 5,9%. La predicción es que esa diferencia aumentará en el futuro.

La legislación tampoco está adaptada, pero, aunque en teoría no supondrá un gran problema ya que casi todos los partidos mayoritarios búlgaros son pro-europeos, existe cierto miedo a que el momento de inestabilidad política pueda complicar el proceso: Bulgaria ha tenido con tres elecciones generales y cuatro gobiernos en los dos últimos años, y los partidos pro-rusos están aumentando su propaganda en contra del euro y de Europa en general.

En el Eurobarómetro Flash 548, realizado en mayo de 2024 específicamente para preguntar por la actitud hacia el euro de los ciudadanos de aquellos países que no lo tienen, un 49% de búlgaros que respondieron dijeron que estaban a favor de la adopción de la moneda única, contra un 49% que se negaron, mayoritariamente por miedo a la subida de precios. Esto supone un cambio del 5% a favor desde la última vez que se preguntó en 2022. En general, el país lleva desde 2007 partido por la mitad en este tema, con los porcentajes en ambos sentidos flotando alrededor del 50%.

El tipo de cambio de la moneda búlgara, el lev, frente al euro es de 1 euro = 1,95583 lev.

El 30 de junio de 2021, el gobierno búlgaro adoptó su ultimo Plan Nacional para la Introducción del Euro. Contemplaba que el 1 de enero de 2024 fuese la fecha para la entrada del país en la Eurozona, a falta la aprobación definitiva del BCE y del resto de estados miembros.

El Plan se basa en una introducción sin periodo de transición, es decir, no habrá doble denominación en levs y euros en los bancos, al contrario de lo que pasó en España entre 1999 y 2001. El lev sí seguiría circulando durante un mes más, perdiendo su curso legal en febrero.

Sin embargo, la nota negativa que el BCE le dio a Bulgaria primero en su informe de 2022 y luego en el de 2024, fue un jarro de agua fría para las aspiraciones del país balcánico. En principio tendrá que esperar al siguiente informe, en junio de 2026, para intentar conseguir una nota positiva. Sin embargo, el gobierno búlgaro espera reducir la inflación a niveles adecuados para finales de 2024 y pedir entonces un informe extraordinario al BCE que les permita adoptar el euro el 1 de julio de 2025.

Aún así, el Gobierno búlgaro aprobó el Plan Nacional de Adopción del Euro el 22 de mayo de 2022, y el 21 de octubre presentó el borrador de la Ley para la Introducción del Euro.

En cuanto a las monedas, te decía antes que saldría el Caballero de Madara. La forma exacta que tomará se decidió a través de un concurso de diseño convocado el día 12 de noviembre de 2022 y cuyos resultados fueron anunciados el 16 de noviembre de 2023.

Bulgaria - 2 Euros 2025 - Cara Nacional
Diseño de la moneda de 2 euros de Bulgaria.

Además, el día 6 de diciembre de 2022, se anunció que la ceca búlgara comenzaba la adaptación de sus máquinas a la producción de monedas de euro y se pondrá a fabricar una tirada de 1 millón de monedas de cada denominación

Rumanía

Puntos clave: Rumanía quiere adoptar el euro en 2029. La población está de acuerdo, hay voluntad política y existen preparaciones iniciales para ello. Pero la economía rumana está en malas condiciones, y muy lejos de encontrarse en las condiciones adecuadas para ello: de los cinco criterios, no cumple con ninguno.

Rumanía entró en la Unión Europea en 2007, y está obligada a adoptar el euro. Y hay voluntad política y popular para ello.

El Eurobarómetro Flash de 2024 muestra que el 77% de los ciudadanos rumanos encuestados están «a favor» de la introducción del euro (una subida nada despreciable de 14 puntos desde 2020, aunque comparado con el de 2022 el porcentaje no ha cambiado), mientras que un 22% está en contra.

Ministerio de Economía de Rumanía - Fachada
Sede del Ministerio de Economía de Rumanía (Foto: Commons/Rakoon).

Políticamente, los mayores partidos parlamentarios están también a favor. Incluso, ya desde 2010, el Banco Nacional de Rumanía (su equivalente al Banco de España) tiene un Comité para Preparar el Cambio al Euro, y en 2018, el gobierno formó el Comité Nacional para la Fundación del Plan Nacional para Adoptar el Euro. En febrero de 2021, el Primer Ministro rumano Florin Citu dijo que el objetivo era entrar en el ERM-II en 2024-2025, e introducir el euro en 2027-2028.

Pero el gran problema de Rumanía es su economía. Según el informe del BCE de verano de 2020, de los cinco criterios de Maastricht, el país sólo cumplía con dos: el porcentaje de deuda pública sobre el PIB y el control de fluctuación de su moneda, el lei, en relación al euro. En los de 2022 y 2024 la cosa fue a peor: no cumplía con ninguno.

Esta falta de convergencia hizo que Rumanía retrasara su objetivo de entrada varias veces, la última en 2022, cuando pasaron de intentar entrar en 2027 a querer hacerlo en 2029.

Países que están estudiando adoptar el euro en un futuro próximo

Chequia

Puntos clave: Chequia cumple con casi todos los requisitos, pero tras años de que la población estuviera en contra de la adopción del euro, ahora está partida por la mitad. Eso se refleja en la coalición que gobierna Chequia ahora mismo, que casi se deshace a principios de 2024 por desavenencias en cómo y cuándo adoptar el euro.

El proceso de adopción del euro por parte de la República Checa está parado. Tradicionalmente, una gran mayoría de la población estaba en contra de adoptar el euro, aunque ahora el país parece partido por la mitad: el 50% de la población está en contra y el 49% a favor, según el Eurobarómetro Flash 548, aunque eso es un descenso de la actitud negativa del 6% desde 2022 y del 15% desde el 2020. La guerra de Ucrania parece haber cambiado una visión negativa que estuvo muy influída por la crisis del euro de 2010, ya que antes de ella la mayor parte de la población estaba a favor.

Hasta 2020, económicamente, Chequia podría haber entrado en el ERM-II cuando hubese querido. Cumplía con todos los requisitos de Maastricht salvo la adaptación de la legislación y el control de inflación.

Sin embargo, debido a la pandemia y a la Guerra de Ucrania, la inflación ha aumentado: el limite en 2024 era el 3,3%, pero en el país centroeuropeo era del 6,3%. También lo ha hecho la deuda pública, que está por encima del 3% exigido.

Frontera Chequia - Alemania
Frontera Chequia – Alemania (Foto: Commons/Maarten Sepp).

Que Chequia avanzara en su integración en la Eurozona dependía en gran parte de los resultados de las elecciones de 2021. El gobierno saliente en esas elecciones, encabezado por el populista de derechas Andrej Babiš, era completamente euroescéptico. Sin embargo, la coalición entre el Partido Pirata checo y el movimiento Alcaldes e Independientes parecía tener la delantera en las encuestas, y ambos ven favorablemente adoptar la moneda única si las condiciones son favorables.

Al final, ni Babiš ni los Piratas y Alcades ganaron: el vencedor, por supresa, fue Petr Fiala, del Partido Civil Democrático, cuya plataforma política incuye un euroescepticismo suave. Y aunque Fiala decidió mantener inicialmente la política del «no al euro» de su predecesor, para mantener su posición necesita el apoyo de otros cuatro partidos que sí ven bien la adopción del euro.

Y en su discurso de Año Nuevo de 2024, Fiala dijo finalmente que estaba a favor de que Chequia diera pasos concretos para su adopción del euro. En una respuesta casi inmediata, los miembros de su gobierno pertenecientes a otros partidos de la coalición nombraron a un director encargado de formar una Comisión de Adopción al Euro poniendo una fecha definitiva de adopción del euro del 1 de enero de 2030, lo que casi derrumba al gobierno.

El tema se solucionó con una reunión de la coalición gobernante en febrero de 2024, en la que se decidió que se iba a ordenar un informe de lo que supondría para Chequia unirse al ERM-II, y parar la Comisión de Adopción al Euro. Su fecha de entrega era, precisamente, octubre de 2024, pero aún no han presentado sus conclusiones.

Países que no tienen previsto adoptar el euro en un futuro próximo

Hungría

Puntos clave: Hungría no adoptará el euro en un futuro cercano. Aunque la población parece estar a favor por una mayoría aplastante, los problemas del gobierno de Orbán con las reglas europeas sobre el Imperio de la Ley, su cercanía con el régimen ruso y el uso del político húngaro de la Unión Europea como enemigo externo, indican una voluntad política negativa por ambas partes.

Hungría es un caso clarísimo de gobernantes no escuchando a los gobernados.

Según el Eurobarómetro Flash 548 de 2024, el 76% de los húngaros entrevistados estaban a favor de la introducción del euro, lo que supone un ascenso del 16% sobre el Eurobarómetro Flash 508 de 2022, mientras que un 20% estaba en contra.

Sin embargo, el primer ministro Viktor Orbán, euroescéptico declarado y que, de hecho, usa a la UE como enemigo externo sobre el que construír su populismo, dijo públicamente que veía al euro como un precursor de una integración más profunda, algo que para él es algo muy negativo. El director del Banco Central de Hungría también dijo que para ellos, adoptar el euro sería «un error estratégico«.

Consulado de Hungría en Cracovia, Polonia
Consulado de Hungría en Cracovia, Polonia (Foto: Commons/Darpaw).

Aunque entrar en la Eurozona es obligatorio para Hungría, Orbán tiene previsto usar el truco legal de no unirse al ERM-II, que es voluntario a pesar de ser requisito para adoptar el euro.

Es un poco irrelevante, pero Hungría cumple con todos los criterios de entrada al euro salvo tres: el control de inflación, cuyo limite en 2024 era el 3,3%, pero que en el país magiar era del 8,4%; el de deuda pública, por encima del límite del BCE, que es el 60%, y el del déficit presupuestario, también por encima del 3% que marca el BCE.

Polonia

Puntos clave: Polonia no adoptará el euro en un futuro cercano. Aunque últimamente el gobierno del país parece haberse reconciliado con la Unión Europea, sigue teniendo una plataforma política euroescéptica. Además, la población parece partida por la mitad, con una ligera preponderancia del «no» en cuanto a su opinión sobre el euro se refiere.

Polonia entró en la Unión Europea en 2004. Aunque últimamente ha sido protagonista, junto con Hungría, de los mayores desacuerdos internos de la Unión, parece haberse redimido en cierta parte, gracias a su papel en la Guerra de Ucrania como plataforma principal para la llegada de refugiados a Europa y para la logística occidental del apoyo militar a Ucrania.

Económicamente, Polonia cumple con todos los requisitos del BCE salvo el control de inflación, cuyo limite en 2022 era el 4,9%, pero que en ese país era del 7%. Con estos datos, podría acceder al ERM-II cuando quisiera.

Pero el gran obstáculo de Polonia es político. Y es que no existe voluntad en el gobierno del país para acceder el euro. Con la entrada de un nuevo gobierno en 2023 había ciertas esperanzas de que se relajara un poco la actitud negativa del gobierno polaco anterior, pero en abril de 2024 el ministro de Economía polaco, Andrzej Domanski, dijo que el zloty era lo único que había salvado a Polonia de la crisis de 2008 y que el país no estaba listo para adoptar el euro.

Frontera Eslovaquia - Polonia
Frontera Eslovaquia – Polonia (Foto: Commons/Paula21).

Según el Eurobarómetro Flash de 2024, el 47% de los polacos entrevistados estaban a favor de la introducción del euro (un 13% de bajada desde 2022), mientras que un 52% estaba en contra. El país está partido por la mitad, pero parece que la corriente de opinión de los últimos años es negativa excepto por un periodo entre 2022 y 2024, en el que parecía que la tendencia se había revertido.

El tipo de cambio entre el zloty, la moneda de Polonia, y el euro no está fijado, y fluctúa libremente.

Países que han decidido definitivamente no adoptar el euro

Dinamarca

Puntos clave: Dinamarca tiene un opt-out sobre la adopción del euro, es decir, una exclusión voluntaria y aceptada por la UE. Esto fue confirmado en referéndum en el año 2000.

En las negociaciones del Tratado de Maastricht de 1992 que puso las bases para el euro, Dinamarca consiguió lo que se conoce como un opt-out, es decir, una exclusión voluntaria de una política común europea. Aún así, forma parte del sistema ERM-II, por lo que el tipo de conversión de la moneda danesa, la corona, está atada al del euro.

Aún así, el 28 de septiembre de 2000, el país celebró un referéndum para ver si los daneses querían adoptar la moneda única. El resultado fue la victoria del no con el 53,2% de los votos y con un 87,6% de participación. El sí consiguió el 46,8% de los sufragios.

En preparación de ese referéndum, se llegó hasta a diseñar los bocetos de las monedas de euro de Dinamarca.

Frontera Dinamarca - Alemania
Frontera Danesa – Alemana (Foto: Commons/ChrGermany)

Sin embargo, el gobierno que salió de las elecciones danesas de 2007 prometió un nuevo referéndum para rechazar todos los opt-outs que Dinamarca tenía, incluído el del euro. El plan se frustó con la crisis económica de 2008 y la de deuda soberana europea de 2010-2011. A día de hoy, no hay planes de volver a preguntar a la población.

Islandia

Puntos clave: Islandia no pertenece a la Unión Europea, pero había esperanzas de que entrara en la UE y adoptara el euro tras la crisis de 2008, cuando empezó el proceso de adhesión. En 2015, la solicitud de adhesión fue congelada y, finalmente, retirada.

Islandia no es miembro de la Unión Europea, pero tras el colapso de los bancos del país de 2008 y con su economía muy amenazada por la situación mundial, el país comenzó las negociaciones de acceso a Europa en 2009, con vista a celebrar un referéndum de entrada en 2013, incorporarse al año siguiente, y adoptar el euro en 2016.

Poster Anti UE en Islandia en 2013
Poster anti-UE en Islandia en 2013. Dice «¡No, gracias!» (Foto: Commons/Arctic Falcon).

Sin embargo, la economía islandesa se recuperó más rápidamente de lo previsto y la valla que había impedido al país entrar en la UE, las políticas comunes sobre la pesca, volvieron a la palestra. En 2015, el Primer Ministro de Islandia primero congeló las negociaciones, y luego retiró la solicitud de acceso, posición que mantiene el gobierno actual.

Por tanto, no hay visos de que Islandia vaya a adoptar el euro.

Suecia

Puntos clave: Suecia está obligada a adoptar el euro, pero la población lo ha rechazado en referéndum en el año 2003, aunque parece que últimamente ha habido un cambio de tendencia en las actitudes de la población hacía su adopción. Aún así, hoy en día, es una patata caliente política que ningún partido quiere tocar.

Suecia está obligada a introducir el euro, pero en un referéndum en 2003 con el 82,6% de participación, el 55,9% de los votantes suecos rechazaron la moneda única. Como consecuencia, y a pesar de cumplir con todos los criterios de convergencia, el país ha pospuesto indefinidamente su entrada en el ERM-II.

Hoy en día, las tornas parecen haberse cambiado. Según el Eurobarómetro Flash de 2024 que llevo citando todo el rato, el 43% de los suecos entrevistados estaban en contra (un descenso del 19% desde 2020 y del 6% desde 2022), con un 55% a favor.

Frontera Suecia - Finlandia
Frontera Suecia – Finlandia (Foto: Commons/Pietro Valocchi).

Hoy en día, la UE ha asumido que Suecia no va a introducir el euro, y, aunque de vez en cuando alguien vuelve a sacar el tema del segundo referéndum, el tema es una suerte de patata caliente que ningún partido mayoritario quiere tocar, y cuando sale, los sucesivos gobiernos suecos han dicho que no va a haber un nuevo referéndum sobre el tema hasta que haya un apoyo estable al sí en las encuestas, y aún estamos lejos de ese punto.

Países que ya usan el euro sin estar en la Eurozona

Hay dos países que, aunque no están ni en la Unión Europea ni en la Eurozona, usan el euro como moneda de manera unilateral: Montenegro y Kosovo.

Y aunque al principio lo admitió tácitamente, no te creas que a la UE le hace mucha gracia. Ambos estados adoptaron la moneda única o sin permiso o sólo con permiso tácito del Banco Central Europeo, y como tal, no pueden emitir sus propios euros, teniendo que recurrir a los de otros países.

Montenegro

Cuando Montenegro aún era parte de la Federación de Serbia y Montenegro, el pequeño país tenía la autonomía suficiente como para implementar su propia política monetaria. Con el beneplácito y ayuda de Alemania, decidieron en 1999 usar un sistema dual en el que circularían a la vez tanto el nuevo dinar -introducido en 1994- como el marco alemán. Ese sistema sólo duró un año, y en 2000, el nuevo dinar desapareció de Montenegro, aquejado de una hiperinflación galopante y con el miedo a que Serbia lo utilizara para desastibiliar el país.

Bandera de Montenegro ondeando sobre la costa
Bandera de Montenegro ondeando sobre la costa (Foto: Wladislaw Peljuchno).

En 2002, con la introducción del euro físico, la moneda única tambien sustituyó al marco alemán en Montenegro. Y en 2006, con la independencia oficial, el gobierno decidió unilateralmente quedarse con el euro y no implementar una moneda propia.

Montenegro no acuña moneda propia. Para que Montenegro pueda producir las suyas propias, tiene que firmar un acuerdo con la UE, o entrar en ella (el objetivo del país es entrar en 2028). La gran incógnita ahora es ver cómo se encajará a una Montenegro con el euro y en Europa, pero fuera de la Eurozona.

Kosovo

El caso de Kosovo es muy parecido al de Montenegro.

Al finalizar la guerra de Kosovo en 1999, se estableció una misión de la ONU para la administración del territorio ex-yugoslavo. Y aunque oficialmente el dinar yugoslavo seguía siendo la moneda oficial, en la práctica, se usaban todo tipo de divisas internacionales y en especial, el marco alemán.

Una de las primeras cosas que hizo esa misión de la ONU fue intentar estabilizar la maltrecha economía kosovar. Y para ello le dio carácter oficial al marco alemán. Eso sí, a diferencia de Montenegro, en este caso Alemania ni fue notificada ni mandó divisas.

Embajada de Kosovo en los Países Bajos
Embajada de Kosovo en Holanda (Foto: Commons/Treehill).

Cuando el euro fue introducido en 2002, Kosovo también cambió a la moneda única con ayuda del BCE y de los bancos centrales europeos, que mandaron 100 millones de euros en monedas y billetes para facilitar la transición.

Hoy en día, Kosovo no acuña moneda propia. Igual que Montenegro, para que pueda producir las suyas propias, tiene que firmar un acuerdo con la UE, o entrar en ella. Aunque la UE reconoce a Kosovo como miembro potencial y tiene un Acuerdo de Estabilización y Asociación firmado desde 2016 y Kosovo mandó una petición oficial para entrar en diciembre de 2022, el principal obstáculo para su entrada es la falta de reconocimiento por parte de algunos países de la unión.

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16 COMENTARIOS

    • Como habitante de un país de Europa Oriental que sí tiene el euro y que está muy cercano geográficamente a otros que no lo tienen, te digo que las ventajas son mucho mayores que los inconvenientes. Pero éste no es un blog de política o de debate ideológico.

      Un saludo.

  1. Magnífica entrada, muy didáctica. Un cáncer para el proyecto europeo el auge de los nacionalismos, Una regresión peligrosa, que impiden no sólo la expansión de la moneda común, sino también de las políticas comunes, de la igualdad, etc. una lástima.

  2. Desde un punto de vista exclusivamente economico aplaudo a los estados que conservan la soberania monetaria, herramienta impresisdible para el manejo financiero y economico de una nacion.
    No estoy de acuerdo con los comentarios que sugieren directa o indirectamente que los que asi proceden sean retrogrados mal intencionados o cosas mucho peores.
    Saludos

  3. Hola, buenas tardes.
    Muy buen estudio e inmejorable explicación. Estas cositas son las que te inyectan en vena cosas como la que nos une en este caso «La Numismatica».

    Muchas gracias Francisco.

    • Me alegro de que te haya gustado, Vicente! Pues Noruega no es miembro de la Unión Europea ni tiene intención de entrar, al menos de manera mayoritaria, de ahí que no lo haya incluído en el artículo. Quizá en una futura actualización lo incluya.

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