Griegos y romanos, árabes e hispanos, una vez dejaron su huella en este pequeño trozo de tierra, pero las fechas cronológicas y los nombres de muchos de sus comandantes y sus reyes desaparecieron como una huella en la orilla del mar. Lo que nos queda de ellos son solo pequeños trozos de metal, monedas que nos ayudaron a descubrir sus nombres y hazañas.
Durante miles de años, en la circulación monetaria en las islas del archipiélago balear se usaron diversas monedas y fichas de diferentes países y gobernantes, así como de diversas formas y denominaciones. En este artículo, intentaremos descifrar el enigma de las inusuales fichas de plomo de Mallorca de la época del Imperio Romano.
La Pollentia romana
En el año 123 a.C., las Islas Baleares cayeron bajo la esfera de influencia del Imperio Romano. Una expedición militar bajo el mando del cónsul Quinto Cecilio Metelo sofocó la resistencia que las tropas romanas encontraron al llegar a Mallorca y Menorca. Después de que sus costas fueran limpiadas de piratas, el cónsul comenzó la construcción de asentamientos militares que garantizaban un comercio marítimo seguro en el Mediterráneo Occidental.
Poco después se construyeron en Mallorca, la isla más grande del archipélago, las primeras ciudades romanas: las fortalezas de Palma y Pollentia. Hubo al menos otras dos ciudades romanas, Guium y Tuccis, que fueron mencionadas por Plinio el Viejo en su obra Historia Natural, y cuya ubicación exacta sigue siendo desconocida hasta nuestros días.
La Pollentia romana era una ciudad comercial y portuaria, sinónimo de esplendor de la antigüedad. En nuestros días, las ruinas de la antigua Pollentia son el sitio arqueológico más importante de la isla de Mallorca que ha llegado hasta nosotros desde la época del Imperio Romano, y el único que se puede visitar. Se encuentran en el municipio de Alcúdia, aunque hace dos mil años esta ciudad llevaba otro nombre, que fue heredado siglos después por la ciudad vecina de Pollença.
Junto con los colonos de Palma y Pollentia, las monedas romanas aparecieron en la circulación monetaria de la isla. Los romanos no acuñaban sus monedas en Mallorca, sino que las importaban en galeras, algunas de las cuales llegaban a la isla como resultado de operaciones comerciales.
Y con las monedas romanas aparecieron en la isla unas inusuales fichas de plomo monetiforme.
Las fichas de plomo monetiformes
Todavía no hay un consenso sobre el propósito de las fichas de plomo monetiformes.
Según una hipótesis, se utilizaban como fichas de entrada al anfiteatro local construido por los romanos en la ciudad de Pollentia, el centro de la provincia romana en Mallorca.
Sin embargo, también podrían haber sido utilizadas como dinero real en caso de escasez de monedas de cambio menores, una hipótesis soportada por la aparición de piezas partidas.
Finalmente, algunas de estas fichas presentan agujeros, lo que nos permite suponer que también podrían haber sido usadas como amuletos.
Es posible que se hubiera elegido el plomo como material para acuñar estas fichas debido a su disponibilidad, siendo extraído de la mina local de Son Creus, ubicada cerca de la ciudad de Bunyola.
Hasta la fecha, se conocen tres tipos de fichas en forma de moneda, pero la más interesante de todas y la que nos revela información histórica única sobre los nombres de los funcionarios romanos del gobierno municipal de Pollentia, es la ficha con la imagen de un gladiador.
La ficha del gladiador
En el anverso de la ficha aparece un casco de gladiador con las letras F.C., de la expresión latina Faciendum Curavit, y D.D., de Decurionum Decreto. Esto se puede traducir del latín como: «Ordenado hacer por decreto del Decurión».
Un decurión (en latín, decurio) era un miembro del consejo municipal en las ciudades que estaban bajo el dominio de Roma, tanto en colonias como en municipios (ciudades asociadas).
En el reverso se representa a un gladiador atacante y las letras: L.DENT, de Lucius Dentilius, y A.CARD, posiblemente por Aelius Cardus. Las letras AE.D, de edil (en latín, aedilis) denotan a un funcionario de la administración municipal en la Antigua Roma.
Esta ficha nos revela la historia y menciona los nombres de dos ediles, Lucius Dentilus y posiblemente Aelius Cardus, que fueron elegidos para sus cargos en la ciudad romana de Pollentia en Mallorca.
Por lo general, en las ciudades romanas se elegían dos ediles para la administración municipal. Eran responsables del mantenimiento de los edificios públicos (aedēs), así como de la gestión de obras públicas, precios, regulación de celebraciones y juegos públicos. También tenían autoridad para mantener el orden público. Durante el período temprano del Imperio Romano, los candidatos debían pagar por el honor de ser elegidos como edil. Por ejemplo, al ser elegidos, los ediles organizaban juegos deportivos y combates de gladiadores con sus propios fondos.
La confirmación de la teoría de que la ficha realmente representa el nombre de un funcionario de la ciudad romana se encuentra en la inscripción en un pedestal de piedra, encontrado a principios del siglo XVIII en el área de Camp d’en Franca, cerca de la Alcúdia moderna. Este pedestal se encuentra en el Museo de Mallorca con el número de inventario 27383.
La inscripción en el pedestal, establecida en memoria de uno de los ediles, y las letras en el reverso de la ficha con el gladiador nos dan la oportunidad única de conocer el nombre de esta persona.
La inscripción en el pedestal es la siguiente:
L. DENTILIO
L.FIL. VEL
MODESTO
AEDILI. IIVIR
FLAMINI
L. FAVONIUS
…TV …O
AVONOC…O
PIENTISSIMO
L.D.D.D.
Que se puede traducir como «Lucio Dentilio Modesto, hijo de Lucio, de la familia Velina, Edil, Duumviro, Flamin Lucio Favonio estableció en memoria de su respetado abuelo en el lugar indicado por decreto del decurión.»
Un duumviro (en latín, duumviri) era el administrador superior en las colonias y municipios romanos. Generalmente había dos ejerciendo simultáneamente. Un flamin (en latín, flamen) era un sacerdote dedicado en exclusiva a uno de los dioses. Y las siglas L.D.D.D son de locus datus decreto decurionumm, que significa «lugar otorgado por decreto del decurión«.
Los restos del Teatro Romano de Pollentia
El anfiteatro de la Pollentia romana estaba alejado del centro principal de la ciudad. Se encontraba al sureste, muy cerca del lugar donde en tiempos del Imperio Romano estaba ubicado el puerto marítimo. La característica de este anfiteatro es que en su construcción se utilizó la pendiente natural del terreno, lo que permitió aprovechar gran parte del paisaje natural.
En el anfiteatro no solo se celebraban combates de gladiadores, sino que también se utilizaba para representaciones teatrales, algo común en ciudades pequeñas, donde los teatros tenían funciones duales. Según los cálculos de los historiadores, el anfiteatro podía albergar hasta 2.500 espectadores, lo que representaba casi toda la población de la ciudad romana en ese momento.
El hallazgo durante las excavaciones arqueológicas en Mallorca de un casco y una protección para las piernas de un gladiador nos da la seguridad de afirmar que en el anfiteatro de esta ciudad se llevaban a cabo combates de gladiadores.
Esats fichas romanas son una curiosidad histórica, pero combinándolas con otros artefactos arqueológicos de la época encontrados en la zona, podemos conocer mucho más sobre ellas, e incluso explorar el pasado gladiador de Mallorca.
Mi agradecimiento especial a Emilio Trilla, miembro de la Asociación Española de Numismáticos Profesionales (AENP), por sus consejos y ayuda. El artículo «Los plomos monetiformes de época romana de la Isla de Mallorca», de Emilio Trilla Pardo y Antonio Calero Gelabert, sirve como fuente principal de este artículo.
Estimados
Excelente articulo, nunca defraudan Saludos.
Me alegro mucho que te haya gustado, Gustavo!