Al examinar el busto de las mujeres que simbolizaron la Libertad en los dólares de plata estadounidenses, muchos coleccionistas seguramente se preguntarían si fueron reales o si fueron fruto de la fantasía de un artista. ¿La respuesta? Fueron reales. Hoy examinamos quiénes fueron esas mujeres y cómo llegaron a aparecer en el Morgan Dollar y en el Peace Dollar, las monedas de 1 dólar de plata más famosas de Estados Unidos.
El Morgan Dollar : Anna Williams
El Morgan Dollar («Dólar Morgan») recibe su apodo del apellido de su diseñador, George Thomas Morgan, un artista inglés nacido en Birmingham que fue contratado por el director de la Casa de la Moneda, Henry Linderman, para diseñar una nueva moneda que reemplazaría al tipo anterior, el «Dólar con la Libertad Sentada».
Morgan decidió utilizar el perfil de una joven estadounidense real para representar a la Diosa de la Libertad en el anverso de la nueva moneda, en lugar de simplemente crear una figura imaginaria. Después de rechazar a varias candidatas, un amigo de Morgan, el artista Thomas Eakins, le recomendó como modelo a Anna Willess Williams, oriunda de Filadelfia. Eakins conoció a Williams a través de su padre, Henry Williams, y ya había posado para varias pinturas de Eakins.
Convencer a la joven para que posara y permitiera que se dibujara su perfil, que según Morgan era el más perfecto que había visto nunca, no fue fácil. En esa época, se consideraba indecoroso que una joven posara sola para un artista, especialmente una maestra que debía dar ejemplo de virtud a sus alumnos. Finalmente, Anna Williams accedió, persuadida por sus amigos, a cinco sesiones de modelaje para Morgan que tuvieron lugar en noviembre de 1876.
Williams puso una condición: sus posados tenían que ser un secreto.
El dólar de plata con su imagen fue acuñado por primera vez el 11 de marzo de 1878. En el hermoso perfil femenino que representa la Libertad, lleva una corona compuesta de ramas de algodón y trigo. La palabra «LIBERTY» aparece en la diadema que rodea la gorra frigia, simbolizando la libertad. Alrededor del perfil, se encuentra la leyenda «E PLURIBUS UNUM», expresión latina que significa «De muchos, uno», con trece estrellas representando las colonias fundadoras de la unión de estados y el año de acuñación.
Algún tiempo después, un periodista local de Filadelfia descubrió que Anna Williams estaba, efectivamente, representada en las nuevas monedas de un dólar. En un acto de puritanismo de la época, Williams fue despedida de su trabajo. Volvió a encontrar trabajo como maestra poco tiempo después, aunque ya en otra escuela. Desde entonces, prefirió no hablar de sus posados para Morgan, considerándolo un «incidente de su juventud».
El Peace Dollar: Teresa de Francisci
El Peace Dollar (Dólar de la Paz) es una moneda de plata con un valor nominal de un dólar estadounidense, emitida desde 1921 hasta 1928, y reacuñada en 1934 y 1935. El apodo de la pieza se debe a la palabra «PAZ» (PEACE) en el reverso.
El escritor numismático Gerald Tebben dijo de ella que «en el retrato de la Libertad del Peace Dollar hay algo de romanticismo, pero también el reconocimiento del rostro cambiante de los Estados Unidos de América, con la llegada de muchos inmigrantes europeos a principios del siglo XX».
El escultor Anthony de Francisci tenía solo 34 años y acababa de casarse con Teresa Cafarelli, de 21 años, cuando participó en el concurso de diseño para crear una nueva moneda de un dólar destinada a celebrar la paz que siguió a la Primera Guerra Mundial. El joven inmigrante siciliano, trabajando en su estudio en el ático de una vieja casa de Nueva York, eligió a su esposa también italiana como modelo para el busto de la Libertad representado en el anverso de la moneda.
Su esposa, Teresa Cafarelli de Francisci, nació en Nápoles. En una entrevista, contó que cuando tenía cinco años y el barco en el que ella y su familia inmigraron a América estaba pasado junto a la Estatua de la Libertad, quedó tan cautivada por la estatua que llamó a su familia y adoptó la pose de la Libertad.
Más tarde, escribió a su hermano Rocco: «¿Recuerdas cómo siempre hacía la pose de la Estatua de la Libertad cuando era pequeña y cómo se me partió el corazón cuando eligieron a otra niña para interpretarla en la obra de teatro del colegio? A menudo pensaba en esos días mientras posaba como modelo para el diseño de Tony, y, ahora, el aparecer como Miss Libertad en la nueva moneda parece la encarnación de mi sueño infantil más grande».
La moneda creada por Anthony de Francisci fue el resultado de un concurso en busca de un nuevo diseño que simbolizara la paz.
El 28 de julio de 1921, el presidente Warren G. Harding firmó la Orden Ejecutiva 3524, que requería que el diseño para la nueva moneda de plata fuera presentado a la Comisión de Artes de la Casa de la Moneda de EE.UU. antes de su aprobación por el Secretario del Tesoro. Con este propósito, la Comisión convocó un concurso cerrado, invitando solo a nueve escultores y artistas. El ganador del concurso recibiría un premio de 1.500 dólares, y todos los demás participantes recibirían 100 dólares cada uno.
Según los términos del concurso, a los artistas se les encomendó representar la cabeza de la Libertad en el anverso, mostrándola «tan bella y llena de carácter como sea posible».
Entre los nueve invitados a participar se encontraban escultores y artistas con mucho talento y con una amplia experiencia en el diseño de monedas. Entre ellos estaban, por ejemplo, nombres tan legendarios en la numismática estadounidense como:
- Victor David Brenner, quien diseñó la moneda de un centavo de Lincoln en 1909;
- John Flanagan, diseñador del cuarto de dólar con George Washington en 1932;
- Hermon Atkins MacNeil, creador del cuarto de dólar con la Libertad de pie en 1916;
- Adolph Alexander Weinman, diseñador de la moneda de 10 centavos «Mercury» y del medio dólar con la Libertad caminando en 1916.
Y, en medio, se encontraba el joven artista Anthony de Francisci.
Anthony de Francisci no era en absoluto un novato; justo un año antes había diseñado las monedas conmemorativas de medio dólar de 1920 dedicadas al centenario del estado de Maine, lo que probablemente llevó al Departamento del Tesoro a invitarlo a participar en el concurso. Tenía solo 34 años y, a pesar de su reputación como joven escultor con talento, parecía tener pocas posibilidades contra tales superestrellas en el campo del grabado de monedas.
«Anthony nunca esperaba ganar«, confesó su esposa medio siglo después en una entrevista, «en ese momento era muy joven y competía contra los mejores del país». «Anthony estaba tan seguro de que iba a perder», dijo ella, «que les dijo a sus amigos artistas: ‘Os daré un dólar de plata si gano‘. Luego, cuando ganó, pedimos 50 monedas a la Casa de la Moneda, y él las repartió todas para cumplir su promesa. Ni siquiera se guardó una».
Al describir su trabajo, Anthony de Francisci declaró: «Abrí la ventana de mi estudio y dejé que el viento soplara en su cabello [el de Teresa de Francisci] mientras posaba para mí». Más tarde, el escultor afirmó que, aunque su esposa fue la modelo de la moneda, la moneda no representaba un parecido perfecto con ella.
Y, en comentarios publicados en el periódico «Minneapolis Tribune» en 1922, afirmó que «la Libertad no es una fotografía de la señora de Francisci. Es una cara compuesta que, en este sentido, personifica una parte de América».