¡Este contenido es solo para VIPs!
A pesar de no ser parte de la Unión Europea y de que las monedas de euro no se introdujeron hasta 1999, en 1996 Bosnia y Herzegovina se convirtió en uno de los primeros países del mundo en emitir monedas denominadas en euros. Y además con un valor facial rarísimo: 14 euros.
Hoy, les echamos un ojo y vemos su historia, el gran simbolismo que encierran, y, por supuesto, su valor. Vamos a ello:
Los euros de Bosnia
Estas monedas de 14 euros no nacieron en un vacío. Realmente son las herederas de las monedas bosnias denominadas en ECUs, la unidad de cuenta europea.
Lo que es ahora la Unión Europea usó el ECU como divisa de contabilidad interna desde 1979 hasta 1999, con la llegada del euro. No era una divisa normal, más bien era una manera de poder llevar cuentas, presupuestos, y operaciones bancarias sin tener que estar recalculándolas diariamente dependiendo de los tipos de cambio nacionales.
Y aunque no era una moneda nacional, en los años 90 y con la preparación del euro ya en marcha, muchos países emitieron monedas de colección denominadas en ECUs. Entre ellos, miembros de la Unión Europea que adoptarían el euro, como España o Francia, otros que no lo adoptarían, como el Reino Unido.
Pero hubo países que no pertenecían a la Unión y que también las emitieron. Por ejemplo, Albania, o la República de Bosnia y Herzegovina, una de las tres facciones protagonistas de la guerra de Bosnia.
Lo hicieron por varios motivos, pero quizá el más importante sea el de demostrar al mercado internacional la cercanía del emisor con Europa, por esta u aquella razón. En el caso de Bosnia, porque buscaban el apoyo europeo en la contienda que estaban librando, y de paso, recaudar dineros para el esfuerzo de guerra.
En 1995, se anunció en Madrid que el nombre de la moneda única sería el «euro». Y todas esas monedas de colección que estaba en ECUs, pasaron a estar en euros. Esto es por lo que existen monedas francesas de 2 euros o españolas de 5 euros fechadas en 1997.
Y eso es por lo que existen las monedas de euro de la Bosnia de los años 90.
Las monedas de euro de Bosnia
Hasta donde yo sé, existen 3 monedas de Bosnia con denominación de 14 euros, que fueron emitidas en los años 1996, 1997 y 1999.
La de 1996, emitida un año después del fin de la Guerra de Bosnia, estaba dedicada a la Paz:
En 1998 se volvió a insistir con el mismo tema, la Paz, pero el diseño pasa de la rosa a la paloma:
Finalmente, en 1999, el tema cambia y pasa a ser el «Árbol de la Estabilidad». El diseño muesta a una mujer (con un melenón que ni Jennifer Anniston) plantando un árbol, rodeada de 12 estrellas que parecen representar la perspectiva europea de Bosnia:
Técnicamente, las tres piezas son similares, y ninguna de ellas circuló, estando destinadas a coleccionistas.
Están hechas de plata .925 y pesan 10 gramos. Su diámetro sí difiere un pelín: la de 1996 mide 30 milímetros mientras que las de 1997 y 1999 miden 31. Fueron acuñadas en la difunta Ceca de Pobjoy, sita en Surrey, Reino Unido, con una tirada de 20.000 unidades por pieza.
La denominación de 14 euros es un pelín complicada de explicar. No se puede explicar por el tipo de cambio, ya que desde 1994, el tipo de cambio del dinar bosnio estuvo atado al del marco alemán a un tipo de cambio de 350 dinares por marco. En 1996, 1 ecu equivalía a 0,54 marcos, por lo que 14 ECUs eran alrededor de 7,56 marcos alemanes.
Por tanto, 14 ECUS eran 2646 dinares bosnios. Y, cuando se anunció la introducción del euro, se dijo que el euro y el ECU tendrían paridad 1:1, por lo que 14 ECUs son 14 euros, y 14 euros eran 2646 dinares bosnios, un número demasiado poco redondo para que explique esa denominación de 14 euros.
Y ya que el dinar bosnio tiene precedentes en denominaciones extrañas (arriba tienes una moneda de 70+10 ECUs), solo me queda concluir que ese 14 es un número puesto más para llamar la atención del posible comprador extranjero que para ser efectivo.
El anverso: historia en un dibujo
Si el reverso, con ese valor facial tan extraño, ya es interesante por sí mismo, el anverso no se queda atrás, aunque no sea tan obvio.
Todas las monedas conmemorativas no circulantes emitidas por Bosnia desde 1993, ya estén denominadas en dinaras, en ecus o en euros, ya sean de cuproníquel, de plata o de oro, comparten el mismo diseño de anverso: el escudo de la República de Bosnia y Herzegovina sobre un puente, rodeados por el nombre del emisor.
Sin ser una virguería técnica ni artística, es un diseño agradable de ver. Pero para entender su simbolismo completamente, tenemos que ver un pelín de la historia del país durante e inmediatamente después de la Guerra de Bosnia, librada entre 1992 y 1996.
El cambio de nombre (y la falta de 1997)
Si te fijas bien en las tres monedas, verás que, en el salto entre la pieza de 1996 y la de 1998, el nombre del emisor cambia, pasando de ser «República de Bosnia y Herzegovina» a simplemente «Bosnia y Herzegovina».
En cualquier otra moneda de cualquier otro país, ese cambio se consideraría una decisión de diseño para darle algo más de limpieza y claridad.
Pero no en Bosnia. En Bosnia, nada es lo que parece.
Realmente, ese cambio tiene que ver con el proceso de paz que pone fin a la guerra.
No me voy a meter en muchos detalles porque la guerra de Bosnia es un asunto hipercomplejo que necesita libros enteros para explicarla superficialmente, pero baste decir que había tres bandos, y todos luchaban contra todos:
- El bando bosniaco, agrupado en la República de Bosnia-Herzegovina
- El bando croata, que conformaba la República Croata de Herzeg-Bosnia
- El bando serbio, que formó la República Sprska
Para poner paz entre ellos, fueron necesarios dos tratados de paz diferentes.
El primero son los Acuerdos de Washington, firmados en 1994 entre los bosniacos y los croatas. Entre las muchas otras cosas que hace ese tratado, la principal es que la República de Bosnia y Herzegovina y la República Croata de Herzeg-Bosnia desaparecen como entidades independientes, fusionadas para crear la Federación de Bosnia y Herzegovina.
Y el segundo y definitivo son los Acuerdos de Dayton de 1995. Este tratado crea la Bosnia y Herzegovina actual, a través de una condeferación de la Federación de Bosnia-Herzegovina y de la República Sprska. El nombre del nuevo país no llevaría apellidos, ni federación, ni república, ni confederación, ni nada, simplemente «Bosnia y Herzegovina».
El cambio de la leyenda en las monedas es un reflejo directo de la evolución e implementación del proceso de paz. Y quizá te estés preguntando por qué se hizo en 1998 si la paz llegó en el 95, así que veamos qué pasó en 1997.
Por qué no hay moneda de 1997
Una de las cláusulas establecidas por el Acuerdo de Dayton es que las varias divisas que circulaban por el territorio del nuevo país serían eliminadas y sustituídas por una nueva divisa común, el marco convertible de Bosnia.
El trabajo de implementación comenzó en 1997. Ese año, se pausó la acuñación de monedas de todo tipo, incluyendo este tipo de conmemorativas no circulantes, de las que solo se llegaron a emitir dos a principios de año.
El marco convertible entraría en circulación al año siguiente, en 1998, y el resto de monedas no circulantes continuarían siendo acuñadas con los símbolos del nuevo estado.
Eso explica el que no haya moneda de 1997, y que el cambio de nombre en la leyenda fuera en 1998. De hecho, la moneda de 14 euros de 1999 sería la última que usaría el anverso que nos ocupa, con el Puente de Mostar.
¿Qué no te había dicho que es el Puente de Mostar, y que sea precisamente ese puente no es casualidad?
El Puente de Mostar
El puente que cruza el río Neretva en la ciudad de Mostar, conocido como el Stari Most y del que la ciudad toma su nombre, es, probablemente, el monumento más conocido de Bosnia y Herzegovina.
Y, como te decía antes, este anverso con el Stari Most se usó en las monedas conmemorativas no circulantes de Bosnia entre 1993 y 1999.
Originalmente se construyó entre 1557 y 1566, cuando el área estaba bajo el control del Imperio Otomano y reinaba Suleimán el Magnífico. A lo largo de los siguientes casi 500 años, se convirtió en un símbolo de la unión entre los habitantes de los dos lados de Mostar. Y es que en un lado del puente vivían predominantemente bosniacos y en el otro croatas.
Pero, desgraciadamente, el 9 de noviembre de 1993 (justo hoy hace 30 años), el ejército de la República Croata de Herzeg-Bosnia lo destruyó completamente con un bombardeo de artillería.
La legalidad del ataque es controvertida. El Tribunal Internacional para Yugoslavia falló en 2013 que era un objetivo militar ya que el ejército bosniaco lo estaba usando como parte de sus líneas de suministro, pero que su destrucción fue desproporcionada para las ganancias belicas que se consiguieron, y que, por tanto, fue un crimen de guerra. El fallo se apeló, y en 2017, la corte de apelaciones del mismo tribunal falló que si era un objetivo militar, su destrucción era legal.
Sea como sea, el Puente de Mostar fue la víctima patrimonial más importante del conflicto.
Tras su derrumbe, fue sustuido por un puente colgante provisional abierto el 30 de diciembre de 1993 que fue construido en solo tres días por zapadores del Ejército Español que formaban parte de la misión de los cascos azules de la ONU.
El puente original fue reconstruído entre 2001 y 2005, y en 2005 fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Si has leído con atención, verás que el año de introducción del diseño de anverso que nos ocupa y el de su destrucción es el mismo, 1993. No he encontrado en qué día exacto en el que la bosniaca República de Bosnia Herzegovina emitió las primeras monedas con este anverso, pero sea cual sea, en casi todas, sino todas, las monedas con este anverso muestran un puente que ya no existía.
Dado el simbolismo original del puente para Mostar, se me ocurren dos maneras de interpretar su presencia en las monedas.
- La primera, y probablemente la que fue la intención original, es la unión de bosniacos y croatas, representada a través de un monumento que simbolizaba precisamente eso en la vida real.
- La segunda, en las monedas del 94 en adelante, es la de venganza. Venganza contra los croatas a través del recuerdo de la destrucción del puente. Y, ya que el tratado de paz del 95 establecía un nuevo sistema monetario, pues ahí se quedó hasta que se introdujo en el 98.
Pero, dado que estas monedas estaban destinadas al mercado numismático internacional y no al local, lo más probable es que fueran una manera de recordar a la población de otros países los horrores de la guerra en Bosnia, y llevar a la opinión pública a que apoyen a la república bosniaca. En otras palabras, propaganda.
Porque, al final, todas las monedas son propaganda. Más o menos sutil, pero propaganda.
El valor de las monedas de Bosnia de 14 euros
Hoy en día, las monedas de 14 euros de Bosnia son piezas relativamente difíciles de encontrar, y no se suelen ver mucho en subastas en casas especializadas o en plataformas de segunda mano.
La parte buena es que no son muy demandadas (pienso que porque son bastante desconocidas), así que incorporar una a tu colección no le hará un roto a tu bolsillo: el valor está entre los 15 y los 35 euros, siendo ese el rango de precios de las pocas que se han vendido públicamente en subasta.