50 Pesetas 1990 (Expo 92-Juan Carlos I): Moneda Normal vs. «Error Pantógrafo»

Aunque muchos coleccionistas aún no la aprecian como se debe por ser tan reciente, la moneda de 50 pesetas de 1990 dedicada a la Expo 92 con el busto de Juan Carlos I es una pieza histórica en la numismática española. Hoy, vemos por qué, su valor, y ya aprovechamos para examinar uno de los errores más clásicos de las monedas del Emérito: las 50 pesetas 1990 con «Error Pantógrafo».

La importancia de esta pieza

Hasta 1990, en España solo había habido una serie de monedas conmemorativas. Fueron las monedas del Mundial 82, que se pusieron en la calle en 1980.

En mi visión de la numismática española, considero las piezas del Mundial como un experiemento cuyo éxito llevó a la explosión temática que sucedería 10 años, en 1990, cuando se da una revolución en la numismática española: comienza la emisión de monedas conmemorativas circulantes de manera anual y contínua.

Las primeras en introducir este concepto son las 25 pesetas de 1990 dedicadas a Barcelona 92 y las 50 pesetas de 1990 dedicadas a la Expo 92.

Y de la de 50 pesetas se emiten dos tipos: por primera vez en (diría que) siglos, se emiten en España dos monedas en el mismo año con la misma denominación, pero con diferente diseño.

Eso ya valdría para tener una consideración especial.

Pero, por si fuera, poco, las dos monedas de 50 pesetas de 1990 son las primeras de todo el mundo en presentar un nuevo tipo de canto festoneado caracterizado por presentar siete hendiduras poco profundas y distribuidas equitativamente, que se acabaría conociendo internacionalmente como «Flor Española» y que sirve para ayudar a personas discapacitadas visualmente a reconocer la pieza.

Con el tiempo, fue adoptado por países como Nueva Zelanda, Fiji o Azerbaiyán.

Y también se convertiría en la principal aportación española al diseño del euro, con su presencia en las monedas de 20 céntimos.

En resumen, las 50 pesetas de 1990 son históricas por tres razones:

• Primera moneda conmemorativa ““““moderna””””.
• Primera vez en muchísimo tiempo que se emiten dos monedas diferentes con la misma denominación en el mismo año.
• Primera moneda con Flor Española.

¿Cuánto vale una moneda de 50 pesetas de 1990?

La moneda de 50 pesetas de 1990 dedicada a la Expo 92 con el busto de Juan Carlos I no tiene un valor especialmente grande: se puede comprar en numismática por alrededor de 1 eurillo en calidad «Sin Circular», es decir, nuevecita del paquete.

Y, si está usada, su valor es únicamente sentimental.

La razón para ello es la enorme tirada que tuvo, 25.234.000 monedas. Son más que de sobra como para que coleccionistas y comerciantes numismáticos hayan guardado montañas de ellas, las suficientes como para que quien haya querido una la haya conseguido muy, muy fácilmente.

Sin embargo, hay una… llamémosle versión, de esta moneda, que sí que tiene cierto valor.

El «Error de Pantógrafo»: cómo distinguirlo

Las 50 pesetas de 1990 con el «Error Pantógrafo» quizá sean uno de los errores más conocidos y queridos por los coleccionistas de monedas de Juan Carlos I.

Distinguir una moneda de 50 pesetas de 1990 con el «Error Pantógrafo» de una moneda normal es muy fácil. Hay que fijarse en dos elementos clave:

• La bola de la Expo 92: en las monedas con el «Error Pantógrafo», el centro de la bola siempre tiene una acuñación floja, o, dicho con otras palabras, está como si le hubieran pasado una goma de borrar por encima.
• El borde de la moneda: en la moneda con error, el listel (nombre técnico para el borde) es mucho más fino. Esto se aprecia, especialmente, en las siete hendiduras que rodean al diseño, que apenas tienen profundidad.

Aquí tienes una explicación gráfica. Puedes guardarla y compartirla si quieres (pero menciónanos):

Ahora que ya sabemos distinguirlo, es hora de ver cómo puede pasar semejante cosa.

Cómo sucedió este error

Para aprender cómo puede darse un error de pantógrafo, lo lógico es que empecemos por ver qué es un pantógrafo exactamente.

¿Qué es un pantógrafo?

En su definición más simple, un pantógrafo es una máquina que sirve para ampliar y reducir imágenes automáticamente. Sus diseños originales se basaban en las propiedades de los poliedros paralelepípedos y en el uso de engranajes.

En este GIF puedes ver un esquema básico de cómo funciona:

Como te puedes imaginar, con la invención de los ordenadores y la popularización del software de edición de imágenes este tipo de pantógrafos analógicos quedaron obsoletos, pero se usaron ampliamente durante el siglo XX para, entre otras muchas cosas, trasladar el diseño de las monedas a los cuños con los que se fabrican.

Para ese menester se usaba un tipo especial de pantógrafo, conocido como pantógrafo Janvier por el señor que lo inventó en 1899, un grabador y escultor francés llamado Victor Janvier.

Esta máquina fue la primera en ser capaz de reducir los diseños de los artistas y grabarlos en los cuños, de ahí que se le conozca también como máquina reductora. Fue tan eficaz que rápidamente se convirtió en equipamiento estándar en virtualmente todas las cecas del mundo.

Cuando el pantógrafo falla: el error de las 50 pesetas

No existe una explicación oficial, pero la hipótesis comúnmente aceptada y con la que yo estoy de acuerdo es que, en el caso de las 50 pesetas de 1990 que nos ocupan, lo que falló fue el proceso de ajuste del pantógrafo al tamaño al que el diseño original iba a ser reducido.

El resultado es que la imagen grabada en el cuño es unos milímetros más grande de lo que debería. De hecho, si mides al rey en la moneda con error y en la moneda tipo, verás esa diferencia.

Esa es la razón de que el listel de la moneda sea mucho más fino. En realidad, no es que sea fino, es que al estar en el borde su impresión está cortada, ya que el tamaño del cuño hecho por el pantógrafo se sale de la plancha de metal de la moneda.

¿Sabes como cuando le das la vuelta a una tortilla con un plato ligeramente más pequeño que la sartén, y el huevo se te desparrama por los laterales del plato? Pues es lo mismo: lo que falta del listel es lo que se ha desparramado.

Y este error se debió de dar en el primer cuño, porque es muy habitual que aparezca en los estuche de presentación de los nuevos módulos de pesetas de 1990.

A decir verdad, dentro de lo que son los errores, este no es especialmente escaso. No he encontrado ninguna estimación concreta de cuántos puede haber, pero suelen salir bastante a menudo en subasta, y es fácil comprarlo en numismática.

50 Pesetas 1990 «Error Pantógrafo»: Valor

El valor de la moneda de 50 pesetas de 1990 con el «Error Pantógrafo» es sensiblemente superior a la versión normal: entre 70 y 90 euros en calidad «Sin Circular».

Si está usada será inferior, pero, para saber cuánto, hay que examinar la moneda concreta y ver cuánto desgaste tiene y si tiene manchas o rayazos extraños. Si no tiene mucho desgaste, yo le daría un valor de unos 40 euros. Si tiene mucho desgaste, quizá unos 20.

Aún así, este error está entre las monedas con más valor de Juan Carlos I, una serie que destaca por ser barata de coleccionar.