Mi mudanza: ahora trabajo en Numismática La Dobla

Durante las últimas semanas, ColeMone ha estado completamente parado por una mudanza y, ahora que ya está todo cerrado y en aras de ser transparente contigo, mi querido lector, por fin te puedo contar por qué me he cambiado de vivienda:

Desde el pasado lunes día 10, soy empleado de Numismática La Dobla.

Básicamente, la cosa fue muy rápida e inesperada: un par de emails, una llamada de 10 minutitos, y ya me puse a preparar las maletas para irme a Vigo.

¿Qué implicará esto para ColeMone?

Dado que yo, hasta ahora, solo he sido un tío que coleccionaba monedas y que se abrió un blog un día porque sí, mis primeras semanas trabajando para La Dobla han supuesto un pequeño curso de choque sobre la otra cara de la numismática de colección y el bullion: la faceta de vendedor.

Por ejemplo, en las dos semanas y media en las que he trabajando en tienda ya he aprendido un mogollón de cosas sobre monedas, por no hablar de las muchísimas (pero muchísimas) piezas diferentes que ví, incluyendo alguna única en el mundo.

Como ejemplo, te cuento tres cosillas rápidas entre las muchas que aprendí esta semana:

• Las tiendas numismáticas no pueden vender las monedas de 40 euros de plata a 40 euros. Aunque técnicamente son piezas de circulación (por eso puedes retirarla del Banco de España, al contrario que el resto de monedas de plata de la FNMT), la plata en España lleva IVA, y a la hora de venderlas en tienda los 40 euros no son una excepción.
• Con el paso de los años, a los Krugerrand de oro (la primera moneda bullion de oro moderna) les sale una pátina dorado-anaranjada chulísima. La pieza tiene una finura de .9167 y el resto es cobre, que es lo que causa esa pátina.

• En numismática, hay un mundo enorme del que el coleccionista medio tiene poquísima idea, si es que tiene alguna: la distribución de monedas bullion.

Esto son solo tres pepitas de muestra.

Y creo sinceramente que todo este conocimiento nuevo que estoy adquieriendo va a enriquecer ColeMone muchísimo. Además del punto de vista del coleccionista, que lo soy y lo seré para siempre, tendré el punto de vista del vendedor: podré dar un enfoque adicional a los artículos que vaya escribiendo, y por qué no decirlo, hablar con más propiedad sobre según qué temas.

Mientras escribo estas líneas, se me ha ocurrido que quizá podría escribir los fines de semana una especie de diario semanal de mi experiencia como trabajador en una empresa numismática. Si es algo que te gustaría leer, dímelo en un comentario en la caja de abajo. Si la suficiente gente está interesada, lo escribo.

¿Qué NO implicará esto para ColeMone?

Lo que sí sé como va, es el mundillo desde el punto de vista del coleccionista.

Así que, preventivamente, diré que ni La Dobla patrocina ColeMone, ni nadie en La Dobla me ha dado en ningún momento directrices (ni directas ni indirectas) sobre lo que tengo que escribir o dejar de escribir. Es que no lo han ni insinuado.

Y yo tampoco las hubiera aceptado: mi blog es mi blog y mi trabajo es mi trabajo. Y aunque es inevitable que haya transvase de conocimiento entre ambos, la dilución de fronteras acaba ahí.

Y nada más, la verdad es que estoy muy contento de poder transicionar a trabajar profesionalmente en mi pasión, y haciendo en parte lo que hago para ColeMone. De hecho, si habéis recibido la newsletter de La Dobla Bullion la semana pasada, pues es obra de un servidor.