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En 1996 había llegado el momento de elegir cómo iban a ser los diseños de las monedas de euro. Para ello, la Comisión Europea convocó un concurso, del que todos sabemos el resultado. Sin embargo, hubo otras 8 propuestas de diseños no elegidos para la cara común del euro.
El concurso de la Comisión Europea
En 1996, el euro ya estaba muy cerca de convertirse en una realidad tangible. Todo el trabajo político y económico estaba casi terminado, y sólo quedaba por perfilar la parte logística de la moneda común. Era hora de diseñar la moneda que, en un futuro, pasaría de mano en mano entre 350 millones de personas.
Ese año, y habiendo decidido que el anverso sería el mismo para todos los países, la Comisión Europea convocó un concurso de diseño abierto a todos los ciudadanos de los países de la UE excepto Dinamarca, que ya había decidido que no iba a formar parte de la Eurozona. El concurso tendría tres rondas: una fase nacional, una fase europea, y una fase final. El premio para el ganador final sería de 24000 euros.
Se limitaron los posibles temas a tres: arte abstracto, arquitectura, y personalidades europeas famosas. Artistas, escultores y diseñadores de monedas enviaron cientos de propuestas al concurso.
La Cumbre de Ámsterdam de 1997 fue el lugar elegido para anunciar el diseño ganador del concurso.
Para la fase europea del Concurso, la Comisión recibió un total de 36 diseños procedentes de las fases nacionales. Un jurado de expertos indepedientes los examinó, y de los 36, escogió nueve para pasar a la fase final en marzo de 1997.
Durante los meses siguientes, los nueve diseños se presentaron a diferentes asociaciones de Europa (deficientes visuales, organizaciones de consumidores) y al público general. En esta fase, uno de los diseños, el de Luc Luycx, estaba arrasando: en una encuesta encargada por la Comisión en esos meses, de entre 1900 europeos, un 63,8% se decantaba por ese como su preferido.
El anuncio de la elección final del ganador del concurso estaba previsto para la Cumbre de la Comisión Europea que iba a tener lugar en Ámsterdam los días 16 y 17 de julio de 1997, con el acto programado para la segunda jornada del encuentro.
Ésta es la versión original del diseño ganador:
Aunque el diseño es reconocible, si te fijas bien, verás alguna pequeña diferencia con el que al final llego a nuestros bolsillos. No aparece la marca de grabador de Luc Luycx (LL), y además, se deja espacio para una imagen latente en los diseños de las monedas de 1 y 2 euros.
Pero en la fase final de este concurso, hubo otras 8 propuestas de diseños no elegidos para la cara común del euro. Desgraciadamente, no he conseguido averigüar quiénes son los autores. Aquí puedes verlas:
PROPUESTA 1
PROPUESTA 2
PROPUESTA 3
PROPUESTA 4
PROPUESTA 5
PROPUESTA 6
PROPUESTA 7
PROPUESTA 8
No sé si es que ya estoy acostumbrado a él, pero yo también hubiera votado por el diseño de Luycx. ¿Y tú por cuál hubieras votado? Dímelo en un comentario!
Yo hubiese votado por la propuesta numero 4 o la 6. Me gustan los diseños arquitectónicos de la antiguedad, o la variedad de la 6. Agricultura, pesca… La paloma de la paz de la de 2 euros… no la veo.
Por cierto… alguien recuerda qué es el reverso de la moneda de 1 euro de la propuesta 8? Lo he visto en algún lado…
Pues no te sé decir exactamente, pero a mi me recuerda al Laberinto de Outeiro do Cribo, en Galicia.
Buscad por ahí Laberinto de Creta. Hay una moneda de Cnosos del S.II a.C. que reproduce uno idéntico, y me apuesto a que es ese
Pues sí, parece que lo es. Aquí una foto. Misterio aclarado, gracias, Álvaro!
La 7 hubiera votado yo
Quitando la que ganó, la 6 la 7 y la 8 son las que más me gustan a mí.
La verdad es que el elegido es el mejor:
* Los números son grandes, en lo que fallan alguno (la 1).
* Los diseños son generales, no se centran en una cultura (la 3)
* Varía el diseño según el metal de la moneda (las de 1, 2 y 5 céntimos con el número a la izquierda y rayas oblicuas; las de 10, 20 y 50 céntimos con el número a la derecha y rayas verticales; Las de 1 y dos euros con el número otra vez a la izquierda pero rayas verticales).
Muchas no tienen esa diferenciación.
* Los valores claramente visibles (La 8 no es clara en los números, la 7 tampoco al meterlos en el dibujo)
* Al ser solo el mapa de Europa, nadie se siente «no representado».
*
Muy buenos puntos, Ricardo. Aunque hay otras propuestas que me gustaron, también pienso que la que ganó fue justa ganadora, precisamente por lo que nos comentas.