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Ahora mismo, el mercado de compraventa de monedas de euro goza de buena salud, pero eso no quiere decir que vaya a continuar en condiciones óptimas por los siglos de los siglos.
Y, vale, quizá no colecciones por invertir o por ganar dinero, pero eso no quiere decir que tengas que perder dinero a lo tonto, así que creo que es conveniente saber cuando y cómo nuestras colecciones de euro podrían perder su valor, especialmente si están compuestas de presentaciones para coleccionistas, como estuches proof.
Este, por cierto, es un tema que ya toqué por encima cuando hablé de su había una burbuja en las monedas de euro, pero creo que merece la pena entrar en profundidad. Vamos a ello.
¿Cuándo se podría dar un colapso?
Las monedas de euro son, de calle, las que tienen más demanda de todo el coleccionismo numismático en Europa. El hecho de que circulen en casi en todo el continente y que sean lo que llevamos en la cartera hacen que sean el primer contacto con el coleccionismo numismático de mucha gente, siendo así la serie de iniciación en el mundillo por excelencia.
Luego esa gente continuará o no con la numismática, pero, como mínimo, eso hace que su demanda sea superior al de otras series numismáticas. Y ya sabemos que el valor de una moneda es producto directo de su demanda y de cómo de rápido puede cubrirse con la oferta disponible en el mercado.
O, dicho de otras palabras, el motor de los valores actuales de las monedas de euro es que son las que circulan ahora mismo.
Sabemos que la oferta de estos productos no va a cambiar en el corto plazo, las tiradas son las que son. Lo que sí puede pasar es que haya un colapso de la demanda.
Y dado que el motor es que circulen, el colapso de la demanda sucederá cuando dejen de circular. Pongamos que pasamos de unos 300.000 coleccionistas que hay ahora a, digamos, 30.000, una reducción del 90%, para monedas con tiradas en los cientos de miles o en los millones.
Semejante reducción implicaría que monedas con tiradas de 200.000 a 300.000 piezas, como los 2 euros de Eslovaquia de 2007 del Tratado de Roma o los 2 euros españoles de 2018 de la Catedral de Santiago, que hoy cubren justito o no cubren por los pelos la demanda, pasarían a cubrirla más que de sobra, perdiendo así gran parte de su valor.
Y, luego, piezas con tiradas supercortas, como la Grace Kelly, pasarían de cubrir un porcentaje ínfimo de la demanda a cubrir la mitad. La reducción del valor en este tipo de monedas sería exponencial: probablemente pasen de valer miles de euros a un par de cientos.
Que conste que este escenario no me lo estoy sacando de la manga. Tenemos un precendente previo aquí mismo en España que sucedió no hace mucho.
El precedente
En el año 2000, las pesetas de Juan Carlos I ejercían el papel de colección de iniciación que ahora ejercen los euros. Eran las que circulaban, las que todo el mundo llevaba en la cartera, las que la guardaba la gente que comenzaba a interesarse por las monedas.
En el año 2001 entró el euro, y dijimos adiós a las pesetas.
El resultado es que las pesetas de Juan Carlos entraron, primero, en un decline gradual de su valor que empezó alrededor de 2005, uno que no se notó mucho a no ser que estuvieras muy atento a sus precios.
Pero, a partir de 2010 y hasta, más o menos 2015, lo que era un pequeño decline se convirtió en colapso total, con muchas de las piezas más caras perdiendo entre un 50 y un 80% de su valor. Por poner un ejemplo rápido, la cartera E-87 pasó de valer unos 80 euros a unos 35.
Y el gran catalista para ese colapso, fue, precisamente, que dejaron de circular.
Indicadores de un colapso del euro
Visto esto, tendremos que estar muy pendiente de si hay alguna señal de que el euro podría dejar de circular, ya sea oficial o extraoficialmente. Y creo que podría pasar en dos situaciones claras:
- El uso del efectivo desaparece, sustituido por las transacciones con tarjeta.
- La Eurozona colapsa y el euro desaparece completamente.
Con eso en mente, tengo dos indicadores a los que estoy atento, uno para casa situación. Son, respectivamente:
- Las transacciones con tarjeta suponen alrededor de un 80% de los pagos de gente particular a nivel Eurozona.
- Dos países pequeños salen de la Eurozona en un espacio relativamente corto de tiempo. O uno solo, si es Francia, Alemania, España o Italia.
Si cualquiera de estos dos indicadores se vuelve realidad, creo que la desaparición del euro como moneda física será, tarde o temprano, inevitable, colapsando así la demanda en el mercado coleccionista.
¿Qué haré si pasa esto?
Personalmente, lo que yo haré en caso de que se dé alguna de las dos situaciones que he comentado será, como llaman en bolsa, ponerme en corto: venderé todas aquellas piezas de mi colección que valgan más de 10 ó 15 euros. Cuando bajen de precio, las volveré a comprar.
Esto tiene dos ventajas, una obvia, y otra que no lo es tanto:
- La obvia: me llevaré el beneficio resultante de la diferencia entre el precio de antes y de después del colapso.
- La no tan obvia: me permitirá reconducir y reenfocar la colección de euros, acotándola a campos quizá más especializados.
Y eso sin tener en cuenta que el volver a buscar y cazar las monedas es diversión asegurada, claro.