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Hay un país en concreto que considero que es, muy injustamente, un completo desconocido numismático, a pesar de su belleza, de su historia, y de que el diseño de algunas monedas de euro que podrías llevar en el bolsillo ahora mismo es heredero directo de sus diseños de hace 100 años: Letonia. Así que hoy vamos a intentar remediar eso un poco; aprovechemos que en 2022 cumplen un siglo para ver por qué las monedas de Letonia de 1922 están infravaloradas.
Generalmente, se suele dividir la numismática letona en tres etapas: I República (1918-1940), II República (1991-2014), y el euro. En este artículo veremos las monedas circulantes de la Primera República emitidas en 1922, que en mi opinión son las que realmente están infravaloradas. Si quieres echarle un ojo a los euros, puedes ver aquí las monedas conmemorativas de 2 euros de Letonia.
La independencia de Letonia fue un lío tremendo
Antes de ver las monedas en profundidad, hay que contextualizarlas un poquito.
Letonia proclama su independencia en 1918 como resultado del Tratado de Brest-Litovsk que pone fin a la participación rusa en la Primera Guerra Mundial.
Pero no todo fue vino y rosas.
La situación de los países bálticos en este momento es tremendamente complicada: al menos cinco guerras civiles y de independencia se declaran a la vez en los territorios de Estonia, Letonia y Lituania. Todas están interrelacionadas entre ellas, y tienen momentos tan delirantes como cuando Estonia decide invadir la Rusia Soviética y gana, o la Batalla de Cesis, en la que Estonia y Letonia le dan una paliza a los alemanes.
En medio de semejante caos, los dos gobiernos letones que estaban luchando la guerra civil, el comunista y el democrático, deciden introducir una nueva moneda basada en el rublo ruso, que en ambos lados se llamó el «rublo letón». Sólo se emitieron billetes y casi todos ellos fueron notgeld, así que lo obviaremos.
En 1922, ya con un gobierno democrático establecido y con el país estabilizado, se decide crear, por fin, una moneda propia, el lats, que estaría dividido en 100 santimu (singular: «santims»).
La serie de 1922
Las monedas del primer lats tuvieron una serie y un poquito de una segunda. La primera serie de monedas de lat, emitida a partir de 1922, tuvo 9 monedas: 1, 2, 5, 10, 20 y 50 santimu, y 1, 2 y 5 lats.
Todas estas monedas son muy fáciles de conseguir en estados de conservación altos. Y no son caras, con precios que van desde los 3 o 4 euros para los céntimos, hasta los 50 ó 60 en la de 5 lats. Una serie completa por tipo en EBC vale menos de 100 euros.
La excepción a la regla son las pruebas de acuñación de 1923. Tienen una historia oscura. Resulta que, a principios de los años 90 del siglo pasado, un ladrón robó todos los ejemplares de las pruebas del Archivo Nacional de Lituania. Dos juegos fueron ofrecidos a un comerciante de monedas. Esos son los únicos que conocemos, pero se cree que podría haber más escondidos en algún lado.
Una moneda con esa historia y esa baja disponibilidad, si fuera española, valdría un par de cientos de miles de euros. Si fuera estadounidense, probablemente pasaría de los 5 millones de dólares. La de la 5 sentimi de 1923 se subastó por última vez en 2017 con un precio de martillo de 5.200 dólares.
Pero la más icónica de todas es la moneda de 5 lati. En Letonia se la conoce como la Milda, que es el nombre que se le dió a la chica que aparece en ella, y que pronto se convertiría en uno de los símbolos nacionales del país.
En los albores de este blog conté su historia y como el diseñador gráfico Rihards Zariņš, director de la Imprenta Nacional Letona y quien es también el responsable del Escudo de Armas de Letonia, diseñó a Milda. En los siguientes párrafos me haré un poco de autoplagio.
Resulta que desde que ocuparon el país en 1940, las autoridades comunistas permitieron que las monedas de lats circularan en paralelo con las del rublo soviético, como medida de transición hacia la integración total. Sin embargo, las monedas de plata (1 y 2 lats y 5 lati) ya habían desaparecido de circulación, guardadas por los ciudadanos letonos en vista a tener un remanente de metal precioso en caso de guerra.
Pero, en 1941, el gobierno comunista decretó, de un día para otro y sin aviso, que el lats ya no tenía valor. El resultado fue que, por un lado, todas esas monedas de 5 lati guardadas bajo el colchón eran inútiles como método de pago, pero por otro, todo el mundo tenía en casa un símbolo de una Letonia independendiente: la Milda. Rápidamente fue adoptada como símbolo de resistencia ante la ocupación comunista.
La cosa llegó a tal punto que, incluso, en 1960, las autoridades soviéticas ofrecieron a los ciudadanos letones cambiar sus Mildas por rublos, al cambio de un lats por 60 kopeks. El programa fue un auténtico fracaso.
La serie de 1922 se estuvo emitiendo hasta 1935 de manera irregular. En 1937, comenzó la introducción de una segunda serie, más sobria y en línea con los diseños alemanes, pero solo les dio tiempo a emitir las de 1 y 2 santimi antes de que Stalin decidiera ocupar Letonia en 1940.
¿Por qué están infravaloradas las monedas de Letonia?
Es lo más normal del mundo que un coleccionista de monedas se centre en las piezas de su propio país. Al final, resultan mucho más fáciles de encontrar que otras monedas. Y, además, puede existir cierta conexión emocional con ellas, resultante de sentir más cercana la historia de tu propio país que la de otros. Incluso puede ser que el coleccionista las haya usado.
Y como el dinero que tenemos para nuestras colecciones es limitado, pues compramos las que nos interesan más, lógicamente.
Pero, concretando más, las monedas de la serie de Letonia de 1922 están infravaloradas por cuatro motivos:
- Belleza: Lo bonitos que son los diseños de Zariņš salta a la vista. Con unos escudos muy poderosos, y un simbolismo nacional que va más allá de lo que se ve típicamente en otros países, estas monedas destacan en cualquier álbum.
- Historia: Estas monedas son una representación física de las ansias de libertad de todo un pueblo que se ha visto invadido una y otra vez. Durante la ocupación soviética sirvieron a la vez com omemento de un pasado mejor, y como protesta por el presente que tenían. Tuvieron tal impacto en la memoria colectiva letona que, aún hoy en día, puedes encontrar su influencia en tu propio bolsillo: las monedas de 1 y 2 euros de Letonia llevan a Milda, usando el mismo diseño que la moneda de 5 lats emitida a partir de 1929.
- Disponibilidad: La mayoría de estas monedas se pueden encontrar en un estado de conservación normalito en los típicos cubos de monedas al peso que tiene cualquier numismática, a 20 céntimos de euro la moneda. Y las de plata, en ese mismo estado de conversación, se pueden comprar al peso. Los humanos tendemos a no valorar mucho aquello que no nos supone un esferzo adquirir.
- Inversión: Por todo esto, estas monedas no son una buena inversión. Pero hay una excepción: las pruebas de 1923. Pienso que su precio subirá en un futuro no muy cercano, dado el limitadísimo número de ejemplares disponibles y el enorme desarrollo económico de Letonia en los últimos años.
En definitiva, la serie de monedas de 1922 merece mucha más atención de la que recibe.
Muy buena entrada, tu blog se ha convertido en uno de mis favoritos y te sigo en tu infravalorado canal de Youtube. Creo que muchos de los visitantes del blog no saben ni que existe, y es una lástima.
Quisiera hacerte una petición. ¿Podrías hacer una entrada sobre la génesis y gestación del Lince? A día de hoy, por ejemplo nadie ha publicado quien ha diseñado la moneda ni por qué se eligieron los motivos que se han elegido. Sobre que será de la moneda en el futuro, bueno… eso es futuro, pero de la edición de 2021 es que realmente no se sabe nada. No se sabe, ni su grosor oficial.
Me alegro mucho de que te guste la entrada, el blog y el canal, Pedro! La verdad es que me está costando mucho aprender a promocionar el canal de manera efectiva.
En cuanto al lince, pues es una moneda que no me puedo permitir, la verdad. Y al no poder verla en mano, no he podido explorarla mucho. Sobre el diseño sí que hay mucho que decir. Por ejemplo, el mismo lince no fue un diseño exclusivo para esta moneda, existen «billetes» fabricados por la FNMT con fines promocionales en 2010 con el mismo lince. Desde luego, es un tema que merece la pena ser explorado, y tomo tu sugerencia con ansias.
En el foro numismático ya han localizado hasta la foto original del lince y del Columnario https://www.imperio-numismatico.com/t155418p25-lince-moneda-de-oro-proof-inversion-fnmt
Pero todavía hay muchas respuestas que nadie ha respondido. Nadie ha hecho una investigación como la que tú hiciste sobre la moneda de 50cts franquista. No se sabe ni los nombres de lo grabadores, ni el director del proyecto… nada
Muy interesante ese link. Quizá sirva como base para escribir algo, pero no prometo nada jeje
Sin querer meterme donde no me llaman, la FNMT no suele publicar este tipo de información.
Se que no lo suele hacer, pero los fabricantes de bullion si lo suelen hacer y la FNMT acaba de convertirse en uno.
Si quiere emitir tiradas de cientos de miles de monedas, como hace la Royal Mint, debe ponerse al día.
Muy buenas.
En una sola frase, ¡Me ha encantado!
Sabes de mi afición a coleccionar todos los países del mundo y las monedas de este país, sobre todo las de la primera República, son especialmente bonitas.
Solo una pequeña reseña al post, dices que los 5 lati aparecen en 1922, en realidad es en 1929. Las monedas de 1 y 2 Lati, aparecen en 1924 y 1925 y la primera vez que aparece Milda, si es cierto que es en el año 1922, pero manejando el timón de una de las monedas más bellas del siglo XX europeo, la de 50 santimu.
Espero, sepas ver que lo digo de buen rollo.
Si me permites, adjunto el archivo de una moneda que publique hace un tiempo en el foro Imperio Numismático:
https://www.imperio-numismatico.com/t149124-50-santimu-de-1922-republica-de-letonia?highlight=Letonia
¡Me alegra mucho que te haya gustado!
Tienes toda la razón del mundo, los 5 lati son de 1929. Se me ha colado la errata, y queda corregida. Y claro que lo veo como algo de buen rollo, siempre es más que bienvenido que me corrijan cuando me equivoco 🙂
Muy interesante tu post en Imperio también, no tenía ni idea de qué había sido de Zelma después de las monedas.
Buenas, primera vez que escribo en tu blog (confieso que apenas lo conocía).
Vaya por delante que me parece una muy buena entrada, y entiendo perfectamente tu punto de vista. No obstante, y encomendándome a aquello de «para gustos los colores», te diré que son otras las razones que yo veo por las que este pais, y este periodo en concreto, no tiene tanto tirón como otros.
El más obvio es el aspecto. No te voy a decir que estas monedas sean feas. Pero salvo la Milda (innegablemente uno de los diseños más bonitos del siglo XX) y la de 50 santimu, el resto se limitan al valor y al escudo, con algún adorno circunstancial. Vamos, que personalmente es una serie que no me aporta apenas nada. Y en un mundo en el que abundan tanto los completistas, normal que muchos de ellos prefieran obviar este pais en vez de tener una moneda aislada. En la otra mano tenemos a los coleccionistas de módulo grande, para quienes la Milda es una moneda que no puede faltar.
Luego, cada cual tendrá sus razones, pero así es como lo veo yo. E igual que lo pienso yo, lo pueden pensar otros.
Todo esto, por supuesto, igualmente de buen rollo, y aclarando que no es más que mi opinión, que como ya he dicho, «para gustos los colores».
Saludos
Buenas y bienvenido, Tirant!
Si te apetece, puedes echarle un ojo al resto de entradas. El debate constructivo siempre es más que bienvenido en este blog.
Entiendo tus razones y es cierto que muchas de estas monedas son del tipo denominación/escudo, como las de muchos otros países. Fueron diseñadas para lo que fueron, que es circular y ser útiles. Aún así, dentro de esa función y de ese tipo de diseño, en mi opinión, estas monedas tienen una personalidad propia que le falta a la mayoría de piezas de este tipo. La elección del tipo de letra, la cenefa con el nombre del país, o la filigrana de debajo del año sí son adornos circunstanciales, pero la calidad de su diseño y de su aplicación muestra que hubo un trabajo detrás que ese tipo de monedas, típicamente, no tienen.
También podemos debatir qué es un adorno circunstancial, exactamente, y si son (o no) los adornos circunstanciales los que dan personalidad a bastantes monedas tradicionalmente consideradas bellas, como la Corona Gótica británica.
Pero tienes toda la razón en que a quien no le gusten monedas de tipo denominación/escudo, pues va a descartar ciertas monedas de esta serie, y por ende, la serie completa salvo la Milda.
Dicho esto, y aunque sí me parecen muy bonitas, tampoco quise dar a entender que estas son las monedas más bonitas del mundo, porque tampoco lo pienso. Sí me parece que la estética es solo un aspecto más de la infravaloración general de estas monedas.
Un saludo!
La gracia de la entrada es que nos recomienden unas monedas que ahora están baratas, pero que pueden subir ya que el país va económicamente muy bien.
Yo no apostaría tanto a que se vayan a revalorizar estas monedas por el crecimiento económico de Letonia. Ese mismo argumento se podría haber dado a Estonia también, que en los últimos años ha tenido un crecimiento económico espectacular (como bien sabes, Fran) pero sus monedas no han subido de precio. Ni las monedas actuales, ni las de su primera república, ni las livonias… nada.
¿El motivo?
Para mí está claro: el casi nulo interés que hay por la historia en general, y la numismática en particular, en esos territorios. Los pueblos bálticos tienen una historia muy dolorosa que casi nadie quiere conocer. Mucho menos coleccionar.
Simplemente es mi opinión.
Saludos,
Adolfo
Hola Adolfo,
Desde luego, no pienso que todas se vayan a revalorizar, ni mucho menos. Ya lo digo en el post, no son buena inversión. Sí creo que dos monedas determinadas probablemente sí que lo sean por circunstancias especiales: hay 2 ó 3 disponibles en el mercado.
Precisamente, la única moneda estonia que tiene unas circunstancias similares son los 10 marcos de 1926, de los que quedan 10 supervivientes. En 2012, Künker subastó una por 2200€. En 2020, la misma Künker subastó otra por 22000€ (en proof, eso sí) y en 2021, coins.ee, otra en EBC por 12500€. Sin tener en cuenta inflación, es un retorno de entre el 500% y el 1000% en 10 años.
Y eso se debe al progreso económico de Estonia. Y como bien sabes, Letonia está en el mismo camino, pero unos años por detrás.
En cuanto a la afición numismática en los Bálticos… toda la razón.
Un saludo!