¿Qué son las monedas y billetes notgeld?

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Si algo tiene la numismática y el coleccionismo de monedas, es muchísima terminología especializada que es difícil de comprender cuando estás dando los primeros pasos. Así que, poco a poco, vamos a ir viendo su significado. Hoy toca ver qué es exactamente el notgeld: una definición, su historia y unos ejemplos.

El notgeld («dinero de emergencia» en español), en su definición más amplia, es cualquier billete y moneda circulante producida por entidades públicas más pequeñas que el estado (ayuntamiento, cámara de comercio…) cuando éste no puede producirlas por una guerra o una crisis económica o política. En su definición más estrecha, el notgeld son las monedas y billetes producidas por instituciones alemanas, generalmente (pero no exclusivamente) ayuntamientos, entre 1914 y 1923.

Si te da por colecionarlos, tienes que saber que, en general, tanto las monedas como los billetes son muy fáciles de encontrar y no tienen un precio demasiado elevado: los hay desde un par de euros en buenas condiciones. Eso sí, hay muchísimos, se calcula que más de 100.000. Lo bueno es que también hay muchos coleccionistas.

Pero no te preocupes, para monedas notgeld, existe un buen catálogo de referencia: «Die deutsche Notmünzen», de Walter Funck (enlace a Amazon), más conocido como «El Funck». La única pega es que está en alemán. Hasta donde yo sé, no hay ninguno en español.

Historia del Notgeld Alemán

Para Alemania, la época que va desde el inicio de la Primera Guerra Mundial hasta el fin del periodo hiperinflacionario en 1923 fue tremendamente inestable. Eso se refleja, como puedes ver en la foto de portada (Commons/Takkk) ya no sólo en la aparición del notgeld en sí mismo, sino también en sus diseños y materiales.

De hecho, podemos dividir la producción de notgeld en tres grandes etapas: la guerra, la paz, y la hiperinflación. Veámoslas:

Etapa I: La Primera Guerra Mundial y el Verkehrsausgaben (1914-1919)

Alemania - 25 Pfennig 1917 - Notgeld - Mülheim
25 Pfennig de 1917 acuñados en la ciudad de Mülheim, en la actual Renania del Norte-Westfalia (Foto: Katz AuctionSubasta 4, Lote 1043).

En 1914 comienza la Primera Guerra Mundial. Ya desde el principio de la contienda, primero en ciertas zonas y luego en todo el país, comienza a escasear la moneda circulante. Si bien en 1914 y 1915 son faltas puntuales, a partir de 1916 el Reich Alemán es completamente incapaz de garantizar la producción de moneda circulante.

Hubo dos grandes razones para ello. La primera es que el precio de la plata había subido muchísimo, tanto que el valor facial de una moneda de plata de la época era menor que el valor intrínseco de la plata con la que estaban hechas, así que la gente las guardaba. La segunda, es que los metales no nobles que se podrían utilizar para acuñar moneda (níquel, cobre) se estaban destinando a la producción de guerra.

Así que en muchas ciudades a lo largo y ancho del país, los habitantes comenzaron a producir sus propias monedas y billetes para intentar paliar un poco esa falta de circulante. A veces lo hacían con el beneplácito explícito del Gobierno alemán, a veces éste hacía la vista gorda, a veces era directamente ilegal.

Alemania - 50 Pfennig 1920 - Notgeld - Berlín
Billete notgeld de 50 Pfennige emitido por la ciudad de Berlín en 1920 (Foto: Commons/Stadt Berlin)

Estas monedas y billetes son conocidas como Verkehrsausgaben. Estaban fabricadas para circular y circular rápido, así que tienen diseños muy crudos y están fabricadas en materiales considerados poco adecuados para circulante, como hierro, zinc o cartón.

Sin embargo, recordemos que, salvo algún bombardeo, no se libraron combates en territorio alemán. La gente, dentro de las circunstancias y la muerte que les rodeaba, seguía haciendo su vida normal en sus casas. Y dentro de esa vida normal la numismática era un hobby bastante extendido (de hecho aún lo sigue siendo hoy en día en Alemania), así que estas piezas de emergencia comenzaron a ser muy coleccionadas.

Cuando Alemania perdió la guerra, su economía estaba hecha trizas, y las reparaciones que tenían que pagar a los países vencedores le dió la puntilla. Y claro, las ciudades y los estados alemanes vieron en el notgeld una oportunidad clarísima para añadir más ingresos a unas cuentas casi vacías.

Etapa II: La Paz y y el Serienscheine (1919-1922)

Lituania - 100 Marcos 1922 - Notgeld - Memel, Klaipeda
Billete de 100 marcos emitido en 1922 por la ciudad de Memel, en la antigua Prusia. Hoy es la ciudad de Klaipeda, en Lituania (Foto: Katz AuctionSubasta 27, Lote 270).

Sabiendo que había muchos coleccionistas y que, por tanto, era un negocio bastante lucrativo, muchas ciudades alemanas decidieron invertir en el notgeld. Se empezaron a incluír diseños realizados por todo tipo de artistas, incluso de prestigio reconocido, que ilustraban paisajes bonitos, edificios famosos y personas admirables, pero también escenas satíricas o de protesta.

Este tipo de notgeld se conoce como Serienscheine, o «billetes en serie». Muchas veces, se hacía el mismo billete o moneda, con la misma denominación, pero cambiándole o el dibujo del diseño de una cara, o el color, de manera que quedara una serie de billetes o monedas chula, coleccionable, y por encima de todo, vendible.

Alemania - Serie de Monedas de Porcelana 1921 - Notgeld - Sajonia
Serie de monedas notgeld de Sajonia de 1921. Van de 20 pfennig a 20 marcos, y están fabricadas en porcelana de Meissen (Foto: Heritage EuropeSubasta 42, Lote 3343).

El resultado es que hoy en día, estos billetes y monedas son muy fáciles de encontrar en altas conservaciones, y no son muy caros.

Sin embargo, aunque el coleccionismo estaba vivito y coleando, la realidad siempre llama a la puerta. Y la crisis económica que empezaba a padecer Alemania a principios de los años 20 se volvió un torbellino que acabaría afectando, por supuesto, también al notgeld.

Etapa III: La Hiperinflación (1922-1923)

Alemania - 10000 Marcos 1923 - Notgeld - Westfalia
50 millones de marcos de 1923, emitidos por la extinta Provincia de Westfalia, hoy parte de Westfalia-Renania del Norte (Foto: Heritage AuctionsSubasta 3077, Lote 39226).

La inflación había supuesto un problema para la República de Weimar ya desde que se estableció al final de la guerra. Pero, aunque elevada, siempre había sido más o menos manejable. Eso cambia a finales de 1921, cuando la espiral inflacionaria se va de las manos. Resulta que, con la economía destrozada y teniendo que pagar las reparaciones a los países ganadores de la Guerra, Alemania imprimió dinero. Mucho dinero. Y cuanto más dinero imprimes, menos vale.

Por supuesto, pasó lo que tenía que pasar: la situación se volvió insostenible. En 1914, un marco alemán valía un billón de veces más de lo que valía en 1923. Una barra de pan, en 1922, costaba 160 marcos. A finales de 1923, 200.000 millones. La gente tenía que hacer la compra, literalmente, con carretillas llenas de billetes.

Alemania - 100 Millones de Marcos 1923 - Notgeld - Reutlingen
Billete de 100 millones de marcos emitido en 1923 por la ciudad de Reutlingen, en lo que hoy es Baden-Württemberg (Foto: Katz AuctionSubasta 25, Lote 669).

Una vez más, el Estado era incapaz de producir numerario suficiente para satisfacer la demanda de efectivo, a pesar de tener las prensas a pleno rendimiento 24 horas al día. Así que, en julio de 1922, aprobó una ley permitiendo a cualquier entidad pública y privada emitir notgeld de manera legal. Éso fue la puntilla final, y Alemania se quedó sin economía.

Dadas las circunstancias, el notgeld volvió a esos diseños crudos, rápidos y poco trabajados, como los que se había realizado durante la guerra. Sin embargo, aquí la curiosidad está en los valores faciales: hay billetes de hasta 50 billones de marcos, por ejemplo.

El final del notgeld

La hiperinflación se terminó bruscamente en noviembre de 1923, cuando el Banco Central de Alemania decidió que había que introducir una moneda nueva. El Rentenmarken estaría garantizado por las reservas de oro, efectivamente volviendo al patrón oro abandonado antes de la guerra, pero también por el dinero conseguido a través de préstamos avalados por propiedades públicas. Entró en circulación en agosto de 1924, y, más o menos, la situación quedó controlada.

Una de las medidas tomadas en paralelo a la introducción del Rentenmarken fue la prohibición total del notgeld y la persecución de todo aquel que lo fabricara a partir de ese momento. A partir de ese momento, el notgeld quedaría como un recuerdo para los alemanes y como piezas de papel y metal en los álbumes numismáticos y notafílicos.

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