Ayer, día 27 de diciembre, la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) emitió un informe preliminar interno sobre el contenido de las muestras que la sonda japonesa Hayabusa2 trajo a la Tierra desde el asteroide 1998 KY26 «Ryugu», del que me enteré a través de una página web de numismática japonesa.
Y en ese informe, en un giro drámático digno de una novela de Miguel Delibes (enlace a Amazon), la mismísima JAXA ha dicho que más que posiblemente las muestras contengan el primer indicio real de vida extraterrestre: una pieza monetiforme.
Pensarás, con razón, a) que qué carallo hago leyendo páginas numismáticas en japonés, y b) que una página de numismática es un sitio muy raro para enterarse de informes científicos espaciales. La a) no tiene más respuesta que lo que mi autoengaño llama pasión y otros llaman ser un puñetero friki.
Pero hay una gran razón para la b), y es que una de las muestras es un objeto redondo de un material muy similar al grafeno, con marcas que parecen no haber sido hechas naturalmente y que semejan números. Parece ser que uno de los científicos trabajando en las muestras es también numismático, y ha filtrado a esa web japonesa el informe interno.
Las muestras de la Hayabusa2
El pasado día 5 de diciembre, la sonda japonesa Hayabusa2 regresó a la Tierra después de haber estado explorando el asteroide 1998 KY26 «Ryugu». Una de sus misiones era traer al planeta muestras del cuerpo celestial. Obviando a la Luna, es la primera vez que se traen materiales extraterrestres.

La misión era que la sonda recogiera tres muestras de regolito del asteroide (nombre técnico para el suelo poco compacto de un cuerpo celeste), dos de ellas superficiales y la tercera procedente de los restos de un crater creado por la propia sonda a través del lanzamiento de un proyectil de bronce, tal y como muestra el siguiente GIF.

El 27 de febrero de 2018 la sonda aterrizó (¿asteroidizó?) en el cuerpo celeste, y se pasó un año y medio recogiendo esas muestras y haciendo otros experimentos. Despegó para volver a casa en noviembre de 2019, y tocó Tierra el 5 de diciembre de 2020.
La moneda alien
La primera indicación de esta moneda alien se descubrió en las imágenes que la sonda japonesa transmitió al control de misión desde la superficie del asteroide en julio de 2019. Proceden de la zona del cráter artificial creado por el proyectil de bronce.

Como puedes ver dentro del círculo rojo, había un objeto con una forma muy poco natural. El control de misión decidió recoger su muestra de esa zona, asegurándose de incluír ese elemento.
Por supuesto, una vez recuperadas las muestras ya en Tierra, ése fue el primer objeto de estudio, y, hasta el momento, el más comentado y fotografiado.

El aspecto de la moneda alien recuerda mucho a la Cruz de Katanga, una premoneda de cobre utilizada en lo que hoy es la República del Congo en los siglos XII y XIII. Además, presenta las mineralizaciones típicas de las monedas que se han pasado mucho tiempo enterradas.

Sin embargo, aún son reconocibles ciertos elementos típicos de las monedas. La pieza presenta en su centro unas líneas que se mantienen constantemente paralelas, y que parecen indicar que el valor facial es 4 o un múltiplo de éste. En la parte inferior también tenemos ciertas líneas que podrían indicar otros datos que desconocemos, quizá la ceca de la moneda.
La JAXA no ha publicado ninguna foto explicando esos elementos, así que os los he marcado yo en rojo en la siguiente foto:

Ésto, por si solo, ya daría mucho que hablar en varios campos del conocimiento: filosofía, numismática, astronomía, astrobiología… Pero aún hay más. También han hecho una radiografía de la moneda, aunque en esta ocasión parece que le han dado la vuelta. Te pongo primero una foto de la supuesta moneda alien dada la vuelta, y luego de la radiografía.

Y ésta es la radiografía:

PD: Si he conseguido engañarte, puede ponerme a parir en el Twitter de ColeMone. Y si te ha parecido una m***da, también.